Tarde o temprano toda computadora necesita someterse a un recambio tecnológico. Cuando esto sucede, nos encontramos en la apremiante realidad de salir a gastar en un producto que suele ser sustancialmente costoso.
Claro que la mayoría de los consumidores no necesita de un equipo de las más altas prestaciones. Queremos comprar “algo básico” y no gastar de más.
Si bien es muy sensato, no siempre es aconsejable comprar sí o sí lo más barato. Hacerlo puede significar gastar dinero en una PC que será tan o más lenta que la anterior, razón por la cual hoy vamos a enseñarte cómo invertir inteligentemente en tu próxima computadora.