Los inversores miran las paridades de los bonos de cara a una esperada reestructuración de la deuda soberana, mientras que la demanda por títulos de deuda para operaciones cambiarias de "contado con liquidación" marcan además el ritmo de la rueda. El riesgo país retrocedió así 2,8% a 2104 unidades, aunque sigue sin poder perforar ni acercarse a los 2000 puntos.
"Los títulos de deuda argentinos presentaron una tendencia positiva en una jornada sin nuevas definiciones en cuanto al manejo de la deuda (y los caminos posibles de renegociación) por parte de los principales candidatos presidenciales. Los bonos en dólares presentaron subas a lo largo de toda la curva, destacándose entre los más cortos el aumento del 3,3% y el 1,6% del Bonar 21 y el Bonar 20, respectivamente. Los más largos registraron subas de hasta el 4%. Las paridades se mantuvieron en torno a los máximos alcanzados la semana pasada (45/50%)", detalló un informe de Portfolio Personal Inversiones.
Así, mientras los títulos de deuda sufrían de la mano de fuertes salidas de posiciones del fondo de JP Morgan de mercados emergentes (según la agencia Bloomberg, sólo la semana pasada salieron u$s 835 millones de ese fondo estructurado), los papeles de la Argentina vivían su propia lógica tras el duro castigo de agosto que los separó de la suerte del otros activos similares.
"Atentos a las señales políticas y económicas camino al 27-O, los operadores continúan transitando una etapa de wait and see lo cual se ve reflejado en el comportamiento de los activos locales que siguen entre idas y vueltas encerrados en un acotado rango de trading", escribió el analista Gustavo Ber. "Dicho impasse se debe a que los inversores reconocen que las principales definiciones llegarán recién luego de las elecciones", agregó.