No hace falta pasar por el quirófano para lucir unos labios más turgentes, definidos y voluminosos. Tampoco acudir a productos que los rellenen: productos cosméticos, basta para lograr los mismos efectos y que éstos no sean ni permanentes ni invasivos.
Para estos fines, los principios activos cosméticos con efecto voluminizador tienen la palabra. Pues redensifican y cambian la apariencia de la zona.
Vienen en sérums y otras presentaciones adecuadas y se utilizan en el gabinete de la cosmetóloga o en plan de cuidados diarios.
Uno de ellos es el ácido hialurónico que logra retener una gran cantidad de agua por ocho horas, proporciona más turgencia: aumenta el grosor de los labios.
El colágeno posee gran capacidad hidratante; la caléndula y las biofitoestimulinas, son activadoras de la circulación y epitelizantes.