A la hora de decidir tener un hijo surgen muchos interrogantes y dudas, además de los miedos comunes que muchas veces son motivo de consultas psicológicas. Es que las mujeres se preguntan si su organismo estará preparado para dar vida, cómo quedará su cuerpo después del parto y, sobre todo, cuál es la mejor manera de lograr un embarazo cuidado, sin complicaciones para desarrollar así un bebé sano.
Estilo consultó a tres profesionales quienes cada uno desde su espacio ofreció una visión integral para ayudar a llevar los meses de embarazo, de la manera más saludable posible.
“Es muy importante que la paciente, al momento de decidir tener un bebé, haga una consulta previa con el ginecólogo para realizar el control prenatal y revisar que los controles ginecológicos (que toda mujer debe hacerse una vez al año) estén al día”, explicó la doctora Noelia Martín, ginecóloga especialista en piso Pelviano.
Y continuó: “Los controles incluyen examen mamario y Papanicolaou, laboratorio preconcepcional para pesquisar enfermedades infectocontagiosas o hipotiroidismo, que es muy frecuente en las mujeres. De hecho, si se encuentra alguna de estas complicaciones, siempre es mejor tratarlo de forma previa al embarazo. Sin dudas, es importante que la futura mamá también tenga el carnet de vacunación completo, sobre todo las vacunas de rubeola”.
Incluso, como explicó la profesional es importante que la mujer que decide tener un hijo respete hábitos saludables, para así evitar malformaciones y complicaciones. No fumar, evitar el alcohol, llevar una alimentación sana y realizar actividad física son cuatro ejes esenciales para mantener diez puntos el cuerpo y la salud.
Alimentación sana, organismo saludable
Si lo que se busca es un embarazo saludable y sin complicaciones, resulta de gran importancia realizar una consulta nutricional para así lograr una alimentación adecuada.
Según la licenciada en Nutrición Daniela Ortega, tener un peso saludable es fundamental ya que los extremos no son buenos. “Si la paciente tiene sobrepeso u obesidad es importante bajar de peso en forma saludable para luego planear el embarazo. Para esto hay distintas pautas alimentarias con las cuales se pueden lograr excelentes resultados”, comentó la profesional.
“Por otro lado -continuó- la mujer debe incorporar hierro a su alimentación, ya que éste forma parte de los glóbulos rojos y es el encargado de transportar el oxígeno a las células. Durante el embarazo aumenta mucho el volumen sanguíneo, por lo que se necesita un buen aporte de hierro".
Muchas, quizá, se preguntan dónde se puede encontrar este mineral de manera natural. Ante este punto, Ortega aclaró: “siempre es bueno consumir carnes, lentejas, acelga y espinaca. El hierro de origen vegetal no se absorbe tanto como el hierro de origen animal, por lo que es necesario acompañarlos con un alimento rico en vitamina C (como naranja, mandarina, kiwi, pomelo, entre otros)”.
Por último, y no menos importante, la nutricionista destacó la importancia de incorporar el ácido fólico a la alimentación, ya que es una vitamina fundamental en la programación del embarazo y en los primeros meses ya que previene defectos del tubo neural (espina bífida, labio leporino o fisura palatal).
“Es importante tomar un suplemento de ácido fólico unos meses previos al embarazo. También, se puede encontrar de manera natural en alimentos como cereales integrales, leguminosas, vegetales verdes, frutas, brócoli y arvejas”.
Buen tono muscular
Una vez que realizada la consulta médica y nutricional, la mujer debe pensar en cómo cuidar su cuerpo a través de la actividad física. Ya que, sin dudas, tener un buen estado físico hará que todo el proceso del embarazo resulte mucho más agradable. En este tema, Marcos Guevara -profesor de Educación Física de MG Entrenamientos-, propone un método novedoso que cada vez gana más adeptas debido a los resultados obtenidos.
“Para la mujer que desea preparar su cuerpo para un embarazo, el entrenamiento hipopresivo, tiene numerosos beneficios, entre los que se destaca el mejoramiento de la postura. Es que hay que tener en cuenta que durante el embarazo cambia el centro de gravedad de la mujer, por lo tanto, si tiene una mala postura esto se va exacerbar provocando dolores lumbares, cervicales y de cintura entre otras dolencias. Al mejorar el tono de los músculos anti gravitatorios y de la faja abdominal se relajan los músculos que están muy tensos y no permiten una buena postura”, explicó el profesional.
Y sumó: “muchas mujeres están preocupadas por cómo va a quedar su abdomen después de ser mamás, por eso recomiendo este tipo de ejercicios hipopresivos que logran mejor el tono de la faja abdominal y, así, el recuperarse de la distensión abdominal que produce el embarazo es mucho más sencillo. También con estos ejercicios se evitan las hernias y la dinastías que es la separación de los músculos rectos del abdomen como consecuencia de un daño en el tejido conectivo. Estas problemáticas, muchas veces, suelen generarse con el embarazo y con el fortalecimiento previo de los músculos pueden evitarse”.
Igualmente, el entrenamiento hipopresivo, tiene otros beneficios que -directamente- benefician a la futura mamá. Ya que, a través de él, se mejora el periné o suelo pélvico que sostiene los órganos internos y se encarga del apriete de los esfínteres y el control urinario.
“Al realizar estos ejercicios se evita la incontinencia urinaria que es muy común durante el embarazo y también ayuda a evitar los prolapsos. Toda mujer debe tener estos músculos fortalecidos ya que además ayudan al parto, logrando que el bebé salga de mejor manera y evitan los desgarros. También realizar actividad física aumenta la presión sanguínea y así la posibilidad de adquirir edemas en las piernas tan comunes en los embarazos disminuye notablemente”, finalizó Guevara.