Ocurrió en Moscú en enero de 2016, en pleno invierno. Había veinte grados bajo cero, pero miles de personas hacían cola frente al edificio de líneas modernas de la Nueva Tretyakov en la calle Krimsky Val, una de las dos sedes de la centenaria Galería Estatal Tretyakov.
La multitud quería entrar a la exposición dedicada a Valentin Serov (1865-1911), un gran retratista del siglo XIX que fue pionero del realismo y el impresionismo.
Entre las personas dispuestas a ver pinturas inolvidables como "La chica con duraznos"(1887) y "Ida Rubinstein" (1910) no faltaban algunos millonarios rusos sin guardaespaldas, según cuenta en una crónica el diario The Moscow Times.
En los cuatro meses que duró la muestra, convocó a medio millón de personas, entre ellas a Vladimir Putin. La entrada costaba unos 400 rublos, o sea, casi 7 dólares.
Aquellas cifras de público eran un récord, pero vale saber que la Galería Tretyakov, creada en Moscú por los millonarios Pavel y Sergei Tretyakov, es hoy el mayor museo dedicado al arte ruso de todas las épocas.
En su larga historia, esta institución reunió más de cien mil obras de arte. En esa colección hay desde íconos medievales del célebre maestro Andrei Rublev -como "La Trinidad"- hasta obras vanguardistas del siglo XX creadas por Malevich, Kandinsky y Goncharova. Están también los grandes de la pintura rusa de fines del siglo XIX,como el simbolista Mikhail Vrubel y el realista Ilya Repin.
El pintor Valentin Serov es poco conocido fuera de Rusia pero muy apreciado en su país, donde retrató a la élite de su época. Por caso, Ida Rubinstein era la bailarina estrella de los primeros ballets de Sergei Diaghilev. "La chica con duraznos" era Vera Mamontova, la hija del mecenas Savva Mamontov.
Aquella exposición reunió 250 obras, entre las que estaban los retratos del cantante lírico Fiodor Chaliapin y la familia Romanov.
Donaciones que hicieron época
Pavel y Sergei Tretyakov empezaron a comprar obras de arte en 1856. Hasta mediados del siglo XIX era la élite de San Petersburgo quien marcaba el gusto, coleccionando obras de maestros europeos y discípulos de la Academia Imperial.
Es cierto que hacia principios del siglo XX hubo coleccionistas audaces, como los empresarios Sergei Shchukin o Iván Morozov, que compraban obras de Picasso, Matisse, Monet, Cezanne y Van Gogh. Pero los hermanos Tretyakov se destacaron por su apoyo a artistas rusos y no necesariamente famosos.
Ellos no sólo compraban íconos religiosos, también financiaron a artistas como Ilya Repin (1844-1930), el gran pintor realista. Por caso, los Tretyakov encargaron una veintena de retratos de personalidades de la cultura rusa.
En el museo que ellos crearon se puede ver hoy el retrato de Dostoievsky pintado por Vasily Perov en 1879, o el de Chejov en 1898, obra de Iosif Braz. Repin también pintó maravillosos retratos,como el del músico Mussorgsky en 1881. Pero la riqueza de la colección del siglo XIX va bastante más allá.
"Procesión de Pascuas en la región de Kursk", pintada por Repin en 1883, es un retrato clave de la situación social durante el zarismo. Y los hermanos Tretyakov debieron construir una sala especial para mostrar a "Iván el Terrible y su hijo"(1885), obra de Repin censurada por el zar Alexander III.
En 1893 los Tretyakov donaron a la ciudad de Moscú su colección de más de dos mil obras de arte, también su mansión de la calle Lavrushinsky, donde hoy está la sede principal de la Galería Estatal Tretyakov.
En los años de la Unión Soviética, la institución sumó otra ala en el edificio y varias obras de arte religioso. En 1925 fue el turno de "La aparición de Cristo ante el pueblo", de Alexander Ivanov, que perteneció al zar Alexander II.
Desde la década de 1980 una estatua de Pavel Tretyakov (1832-1898) está frente a la mansión construida en 1905 con diseños del arquitecto Viktor Vasnetsov. Evoca un palacio de los boyardos, la aristocracia rural medieval.
Desde 1985 a 1995, la Galería Estatal Tretyakov fue cerrada para restaurarla y el presidente Gorbachov apoyó las reformas. Se gastaron 50 millones de dólares para dotarla de nuevas tecnologías. Por caso, se recuperó una obra clave del pintor simbolista Vrubel, "La princesa del sueño", que dormía en los sótanos del teatro Bolshoi. Consagrada al arte ruso desde el Medioevo hasta 1917, hoy esta sede tiene un elegante café, tienda de souvenirs, pisos de mármol y buena iluminación. Un acuerdo con la Iglesia Ortodoxa Rusa le permitió conservar sus famosos íconos.
En el año 2000 se abrió otra sede dedicada al arte del siglo XX, es la Nueva Tretyakov, un edificio de cuatro pisos en la calle Krimsky Val. Hacia 1934 Stalin impuso el "realismo socialista" como estética dominante. Muchos artistas de vanguardia fueron marginados.
Sus obras pueden verse hoy en la Nueva Tretyakov porque desde 1946 un diplomático acreditado en Moscú, George Costakis (1913-1990), compró pinturas de Alexander Rodchenko, Olga Rozanova, Varvara Stepanova, Kazimir Malevich, Wassily Kandinsky, Marc Chagall, Anatoly Zverev y Lyubov Popova, entre otros.
Antes de irse a Grecia en 1977, Costakis donó más de mil obras de su colección a la Galería Tretyakov, que en 2015 lo homenajeó con una exposición. Por su visión y generosidad fue asociado a Pavel Tretyakov, ya que esas obras hoy son un núcleo esencial del museo.
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