Tienen más de medio siglo vivido, pero su “sensación térmica” indica no más de 30. Sus años reales están marcados en el DNI pero, si se los juzga por su apariencia y actitud, seguramente, nadie adivinaría que su número de identidad no supera los 15 millones.
Es que por estos tiempos, los hombres dejaron de ser aquellos “burros de carga” obsesionados sólo por llevar comida a la casa, y con el único objetivo de satisfacer las necesidades de su familia.
Hoy cuidan de su aspecto, hacen ejercicio, se someten a tratamientos capilares y no tienen miedo de que se los tilde de “metrosexuales”. Son cincuentones, con ganas de alargar su calidad de vida y no dudan en trabajar para que así sea.
“Los mendocinos, en general, han aumentado la esperanza y calidad de vida, es decir aquellos años plus/útiles de la vida. Esperás vivir unos años más y vivirlos mejor, en condiciones físicas. Entonces en sectores de clase media, encontramos que a los 50 años la expectativa de calidad de vida ha mejorado. Es lógico que ahora esos hombres traten de disfrutar y realizar otras actividades, ampliar su campo de acción”, contó el sociólogo Enrique Bollati.
Es que si bien antes, con 50 años, los hombres consideraban que tenían ya su vida vivida, hoy las expectativas de goce han sobrepasado ese límite. “A esa edad, hoy, tanto hombres como mujeres, toman una actitud seductora, porque no están ‘out’; es una cuestión mental, no se consideran fuera de juego. Si están libres, no tienen miedo de formar nuevas parejas o de salir con amigos o amigas. Claro que el cambio más importante está en la calidad de vida, en cómo se la toman. Tienen más tiempo para disfrutarlo, tienen más tiempo para hacer otras cosas”, opinó Bollati.
De hecho, hoy tener más de 50 años no es ser “viejo”, y eso está más que claro a nivel social. Es por eso que tanto hombres como mujeres no cierran la ventana al sexo, una vez cumplido el medio siglo de vida. “Si uno compara épocas, no hay dudas de que el período activo de sexualidad se ha extendido. En muchos casos, gracias a las medicaciones actuales que ayudan a que la actividad sexual persista durante muchos años más”, explicó el sexólogo y psicólogo Germán Gregorio Morassutti.
Todo un Don Juan
"El hombre siempre fue estético y se mostró acorde a la época, pero no duda hoy en recurrir a todo lo necesario para sentirse bien. Hace 20 años, por ejemplo, tenía vergüenza al ingresar a nuestro centro de estética capilar. Si venía, y justo había algún amigo de él en el café de al lado, seguía de largo y perdía el turno. En cambio hoy no sólo entra sin drama sino que invita a su amigo a charlar en su gabinete", dice Sergio Velasco, de Salud Capilar.
Es que como bien coinciden todos los especialistas, lo que hace un par de décadas eran tabúes masculinos, hoy se han convertido en simple rutina. “Antes era raro que un hombre usara baños de crema para el cabello, incluso el enjuague no era habitual. Hoy nos consulta y recurre a todo lo necesario: se tiñe, e incluso pasa horas en institutos de estética para mejorar su apariencia”, explicó Velasco.
Por su lado, Rodrigo Flores, profesor de Educación Física y gerente de gimnasio ATP, aportó al tema desde su perspectiva: “No hay dudas de que los hombres de 50, que hoy se acercan a la actividad física, lo hacen con el objetivo de lograr recuperar las capacidades físicas que, debido al paso del tiempo, se han perdido. Si hablamos de un adulto activo físicamente encontramos a una persona que busca mantener, e incluso mejorar, su performance”.
Siguió: “Se va detrás no sólo de resultados estéticos sino también de mejorar marcas en maratones, mountain bike o algún deporte de conjunto. Los 50, para los físicamente activos, son los 30 de los años ‘90: nos encontramos con adultos plenos en lo económico, lo profesional y que, por supuesto, buscan lo mismo en lo referido al rendimiento físico”.
Es que cientos de anécdotas y números reales certifican lo que los profesionales aseguran. Sólo por poner un ejemplo, Sergio Velasco, de Salud Capilar, detalló: “Los números son elocuentes. Hoy casi el 58% de nuestros pacientes son hombres de los cuales 36% son de entre 50 y 60 años. Todos llenos de proyectos y muy involucrados tanto en la fase laboral, como en las relaciones interpersonales. Ávidos de agradar, pero esencialmente buscando sentirse cómodos con su imagen y su cabello, ya que no sólo es el marco de la cara sino de alguien seguro que sabe lo que quiere.
No hay dudas de que no estamos en presencia de un paciente que no sólo visita a sus nietos sino también ante alguien que viaja, hace deportes, compite buscando insertarse en nuevos desafíos e, incluso, ser padres nuevamente. En nuestro trabajo tratamos de acompañarlos, ayudarlos y apoyarnos en esta gran etapa de sus vidas”, concluyó.