Suelen ser encantadores, manipuladores y definitivamente crueles. Se trata de personas que en el ámbito laboral (jefes o empleados) encuentran cual ave de rapiña, a determinadas “víctimas” sobre las cuales ejercer su conducta.
Puede darse de líderes a subalternos, entre compañeros, e incluso entre éstos últimos hacia su superior. ¿Cómo detectarlos? ¿A quien eligen como presa? ¿Qué es un psicópata?
Según explicita la psicóloga laboral Viviana Imperiale: "Las personas con características psicopáticas tienen una base de personalidad que los lleva de manera constante a transgredir ciertas normas que son sociales. Son personas inseguras de sí mismas y envidiosas, que buscan de alguna manera tener lo que el otro posee. Como no pueden por ellos mismos, o por su esfuerzo personal (ya sea por no tener las características o competencias necesarias, el carisma, las relaciones de amistad, etc.), se dedican a molestar y destruir al otro.
"Las personas que son acosadoras generalmente tienen una fuerte base psicopática. Sean acosadores sexuales o psicológicos, como aquellos que efectúan el 'mobbing'. En personalidades muy jóvenes podemos encontrar a los que practican el bulling".
Vale recordar que el ‘mobbing’ es un tipo de acoso o maltrato psicológico continuado y deliberado. Puede ser un maltrato verbal, o modal, que recibe una persona por parte de otro u otros; con vistas a reducirlo, someterlo, apocarlo, amilanarlo o destruirlo psicológicamente, y que consiste en comportamientos de hostigamiento frecuentes, recurrentes y sistemáticos contra él.
“Los sujetos con características psicopáticas suelen ser sociables. De hecho tienen un alto componente de socialización y seducción, puestos al servicio de lastimar y ejercer presión sobre la persona elegida. Se podría llegar a decir que ‘disfrutan’ muchas veces del dolor ajeno que ejercen. Como no pueden tener lo del otro, el sujeto hostigador quiere destruir de alguna forma lo que le hace mal de la víctima. Son personalidades enfermas que hacen daño. Son los perfectos perpetradores del mobbing, del acoso, y la constante molestia hacia la persona en la que se fijan para hacer esto”, explica la profesional.
- ¿Qué tipo de personalidad tiene la víctima?
- Lejos de lo que se piensa, hay casos de mobbing en donde pueden verse muy bien las características psicopáticas de este tipo de personas, cuyas víctimas suelen ser exitosas en distintas áreas (tienen amigos, trabajo, prestigio, capacidad técnica...); es decir: todo lo que el perseguidor desea para sí, y no tiene.
Puede ser un maltrato verbal, o modal, que recibe una persona por parte de otra u otros; con vistas a reducirlo, someterlo, o destruirlo psicológicamente.
- ¿Se ve mucho en determinadas áreas o rangos laborales?
- En instituciones estatales puede verse un poco de jefes hacia empleados, en otros ámbitos entre empleados... Hoy se ve mucho en todas las áreas. Esta segregación, violencia dirigida o acoso no es nunca indiscriminada. Sino que se elige la víctima en base a lo que la persona con características psicopáticas no puede tener o poseer.
- ¿Qué pasa con las personas que presencian esta relación?
- El sujeto con esta patología elige ‘secuaces’, denominados ‘testigos mudos’, que son aquellos compañeros de trabajo que tienen miedo de que les pase lo mismo y de ser las próximas víctimas, razón por la cual se quedan callados, aunque sepan de la situación. Incluso muchas veces participan y son los que efectúan la violencia sobre la víctima. De hecho el instigador los usa para que sean ellos los que ejerzan esas actitudes violentas sobre “el” o “la” elegida.
- ¿Cómo lleva a cabo su violencia este tipo de personas?
- La violencia puede ser directa: por ejemplo cuando se descalifica, maltrata o hasta se le tira algún objeto en el escritorio a la persona afectada. O puede ser indirecta, cuando por ejemplo el sujeto con estas características deja sin tarea a quien envidia, dejándolo que pase las horas de trabajo sin hacer ninguna labor...: lo peor que se le puede hacer a alguien. También puede ser lo contrario: saturarlo de tareas para que no pueda cumplirlas y se sienta mal, o que los compañeros no le dirijan la palabra, por dar sólo algunos ejemplos... Hay diferentes modos de violencia y todos impactan nocivamente en la víctima.
¡Pero cuidado! que no sólo puede ocurrir de jefes a subalternos, sino también de éstos últimos a su superior.
- ¿Qué sugerís para sobrevivir en ese contexto tan hostil?
- Armar redes de comunicación y contacto: eso significa volver a dialogar con los compañeros de trabajo, la familia, los amigos, reconocer que a veces nos equivocamos en algo, que es aprovechado por el otro para molestarnos, pero que no tenemos culpa o responsabilidad alguna.
Además hay que tratar de tener muy en claro la tarea que se debe desempeñar, y los alcances de la misma para cumplirla lo mejor posible. Por otro lado, seguir las líneas jerárquicas para poner de manifiesto la situación de acoso o maltrato ya sea por parte de compañeros, o jefes. Para eso es bueno tener las consignas por escrito, y dejar constancias de lo que se cumplió, como para preservarnos con “pruebas”. Otro consejo es no quedarse a solas con la persona dentro de lo posible, y hablar con Recursos Humanos.
Por último utilizar la comunicación asertiva, no aislarse, apoyarse en las personas que amamos, pedir ayuda profesional, mantenerse activo/a, realizar actividades placenteras, y cuidar la alimentación.
- ¿Qué diferencia hay respecto a las personas tóxicas?
- Los sujetos tóxicos pueden afectarnos emocionalmente o en nuestras tareas por ineficacia, o porque tienen mucha negatividad o queja frente a todo por motivos no resueltos; se muestran como víctimas; provocan emociones negativas (es la principal característica), suelen hablar continuamente de sí mismos, alimentando su propio ego; critican a todos y fomentan los rumores, y pueden ser bastante manipuladores y muy absorbentes. Sin embargo no tienen el mismo nivel de maldad ni agresividad de una persona con características psicopáticas, que dirige su agresión hacia alguien que eligió.