Con la llegada del calor y los días más largos, debemos extremar las precauciones más que nunca. El verano es la época del año en la que hay que estar más pendiente del estado de las personas de más edad o de las que padecen enfermedades crónicas. Los profesionales de Residencia Santa Irene nos aconseja sobre los cuidados a nuestros adultos mayores.
Como primera medida es importante y fundamental evitar la deshidratación, la insolación, un golpe de calor y la alteración de la presión; ya que de esta manera se previene el riesgo de caídas y fracturas en los adultos mayores, que deterioran su salud y su calidad de vida.
Algunas recomendaciones son:
Comer liviano: Consumir preferentemente frutas y verduras. Bajar el consumo de proteínas. Es mejor comer más veces en el día pero menos cantidad.
Abundante hidratación: En el verano el cuerpo transpira más para lograr enfriarse y mantener una temperatura adecuada, por lo que debe reponerse el líquido perdido. Más cuidado se debe tener si se toma medicamentos de tipo diurético o hipertensores y considerando que en un normal proceso de envejecimiento disminuye la sensación de sed dado que el hipotálamo -área del cerebro que produce hormonas que controlan la sed, el hambre, la temperatura corporal- ya no funciona como antes. No consumir Alcohol, da más sed y deshidrata.
Poco o nada de sal: Las personas normotensas tienen que consumir sal en forma moderada; y las hipertensas, nada.
Cuidado con la exposición al sol: Se debe evitar la exposición a los rayos solares entre las 11 y 17 horas. También se debe usar un factor de protección elevado, un gorro y ropa amplia, suelta, para dejar que el cuerpo se enfríe y de colores claros – preferentemente blanco-. Asimismo, al aire libre recomienda estar debajo de la sombra.
Evitar los cambios bruscos de temperatura: Mantener la casa fresca. No estar en habitaciones con el AC en temperaturas excesivamente, preferentemente usarlo entre 22 y 24 grados.
Prevenir el golpe de calor y la insolación: Los síntomas son náuseas, vómitos y desmayos. La insolación se debe a una exposición directa al sol, y por efecto directo de las radiaciones solares causa deshidratación, lesiones en el cerebro, microhemorragias. Y el golpe de calor se debe por estar en un ambiente -no es necesario haber estado bajo el sol- con mucho calor, lo que provoca deshidratación e hipertemia.
Cuidar la presión arterial: Tanto alta como baja, porque ambas aumentan el riesgo de caídas y las consecuentes fracturas –mayormente de cadera-.
Controlar que no se hinchen los tobillos: La forma más fácil de controlarlo es mirar si al sacar la media queda un surco en la pantorrilla y frente a esta situación ir al geriatra.
El staff de profesionales de Residencia Santa Irene, presta especial atención a estos cuidados. Fomentando una vida activa de los adultos mayores, con los recaudos necesarios en cuanto a la contención psicofísica.
Envejecimiento activo: es recomendable la realización de ejercicios físicos, pero durante la mañana temprano o la tarde, para evitar las altas temperaturas y la exposición al sol. Debe tenerse en cuenta una hidratación adecuada, y usar ropa y calzado cómodo, liviano y de colores claros.
El staff de profesionales de Residencia Santa Irene, presta especial atención a estos cuidados. Fomentando una vida activa de los adultos mayores, con los recaudos necesarios en cuanto a la contención psicofísica.
SANTA IRENE
4442491 · 261 6180302 · 261 5774879
César Palacios 1485 · Alto de Las Heras.
Facebook Santa Irene Mendoza