"Volar... volar... más alto... más lejos", fue no sólo la ilusión de algunos, sino el deseo de muchos que se remonta en el tiempo. Cuenta la historia que ya en el año 500 A.C. los chinos diseñaron y probaron un "trompo volador". Mucho tiempo después -en el año 1490- se conocieron algunos bocetos de un artefacto volador con un rotor helicoidal, hecho por un tal Leonardo da Vinci.
Sin embargo, el primer vuelo de un helicóptero medianamente controlable fue realizado en Buenos Aires por el argentino Raúl Pateras de Pescara Castellucio, cuando corría el año 1916.
Esta introducción nos trae a Mendoza y a la Policía, que hoy vuelve a contar con tres helicópteros, suceso del que Los Andes fue testigo.
Los Airbus As 350 B3 (monomotor), que acá fueron bautizados como Halcón I y II, en fecha reciente regresaron (desarmados y en cajas de madera), después de una inspección general realizada en hangares de Estados Unidos. Conocida en la jerga aeronáutica como la "gran visita", las naves fueron puestas a nuevo después de 12 años y casi 4.000 horas de vuelo, quedando habilitadas desde ahora para otros 10 años de actividad.
Además se suma el Airbus EC 145 Eurocopter con capacidad para ocho pasajeros, más el piloto. Por ser bimotor, este helicóptero puede trabajar con más seguridad en zonas altamente pobladas y está adaptado como ambulancia de alta complejidad para rescates, aeroevacuaciones y traslados de heridos o pacientes interhospitalarios.
A volar
En un hecho inédito, los tres helicópteros fueron puestos sobre la losa de la Base Cóndor para después, y en simultáneo, elevarse para iniciar un vuelo de exhibición. Pero que además sirvió para escudriñar desde lo alto el tránsito de los principales accesos a la ciudad.
El Cuerpo de Aviación Policial (CAP), con el comisario inspector Antonio Ibaceta a la cabeza, cuenta en la actualidad con seis pilotos propios de la Fuerza, entre ellos, Lorena Olmos, la única mujer que pilotea este tipo de aeronaves en la provincia, siendo además la primera que lo hizo a nivel nacional.
El plantel se completa con otros cuatro pilotos en etapa de formación y 12 técnicos-mecánicos habilitados por los organismo de aviación (ANAC), que tienen a su cargo los trabajos de inspección, mantenimiento y reparación de las aeronaves.
Experiencia única
Sobrevolar la ciudad, sus accesos y las primeras estribaciones montañosas en un helicóptero (el Airbus EC 145) fue una experiencia única e irrepetible, aunque se haya hecho varias veces.
En esta oportunidad, un equipo de Los Andes compartió la amplia cabina con el director general de la Policía de Mendoza, Roberto Munives. Una vez con los pies sobre la tierra, no solo se mostró "satisfecho" por la prueba operativa en conjunto de las tres máquinas, sino que destacó: "Este día se cumplió con un anhelo de años. Mendoza es una de las provincias mejor equipadas en aeronavegación no solo en tareas sanitarias o de rescate, lo que se traduce en más seguridad desde el aire para todos los ciudadanos".
Sobre el asfalto los pilotos apagaron los motores de los helicópteros y lentamente las palas quedaron inmóviles. El vuelo había terminado, las naves y sus pilotos, ahora esperan el llamado de una emergencia o un procedimiento para, una vez más, elevarse verticalmente hacia el cielo.
Los Halcon I y II volverán, de ahora en más, a sobrevolar la ciudad, los desiertos y la montaña (uno en el Sur mendocino). Por eso vale rescatar que desde el año 2006, en la sumatoria de horas/vuelos se destacan casi 200 en vuelos sanitarios; más de 360 en búsqueda y rescate; 2.300 en operativos diurnos y 220 en procedimientos nocturnos, horas a las que se le deben sumar allanamientos y operativos de canchas de fútbol, entre otras múltiples salidas que arañan las 4.000 horas de vuelo.
“La gran visita”, una revisión para dejarlos 0Km
Los helicópteros Airbus As 350 B3 cumplieron el mismo día 12 años de servicio en la Fuerza policial. Por eso les realizaron una inspección que, dentro de la aeronáutica, se conoce como "la gran visita". La revisión fue concretada en Metro Aviation de los Estados Unidos, donde la empresa inició una tarea de mantenimiento y recambio de piezas que se prolongó por varios meses, a un costo superior al millón y medio de dólares.
Ahí los técnicos comenzaron con el control de motor, que incluye inspecciones y cambios de módulos, sistema hidráulico, mangueras, bombas de combustible y la célula que controla la fatiga del material en todas sus partes. Esa tarea también abarca cambios de pintura y renovación de asientos, de acuerdo a la normativa vigente del organismo de control de la Nación.
También se modernizó el instrumental en su totalidad, de acuerdo a la nueva estandarización de aviónica, lo que se traduce en el cambio de los equipos de comunicación, de navegación, GPS, todos digitales y de última generación.
Mientras que el helicóptero Airbus EC 145 que, entre otras, cumple tareas sanitarias, también tuvo su inspección anual, respondiendo a las exigencias del ente regulador aeronáutico.
