Los planteles de River y Boca fueron sometidos a un control antidoping ordenado por la Conmebol a cuatro días de la segunda final de la Copa Libertadores.
Los jugadores a los que se le hizo el control fueron los 18 que firmaron la planilla el domingo 11 de noviembre en La Bombonera, día en que se jugó la primera final, que terminó con empate en dos goles.
Los controles se hacen por reglamento de la FIFA, que también lo aplica en partidos entre seleccionados.
El control fue para todos los jugadores que componen los planteles que dirigen Marcelo Gallardo y Guillermo Barros Schelotto.
El equipo de Gallardo tuvo una mala experiencia en la Copa Libertadores 2017 cuando el defensor Lucas Martínez Quarta y el volante uruguayo Camilo Mayada dieron positivo en diferentes controles y afrontaron siete meses de suspensión.