Los jugadores e hinchas de Boca terminaron la primera semifinal de la Copa Libertadores con mucho enojo por los fallos del árbitro brasileño Raphael Claus por el penal cobrado a favor de River y por la expulsión de Nicolás Capaldo, todo a instancias del VAR, que era manejado por el colombiano Nicolás Gallo.
En cuanto al penal cobrado a los 4 minutos de partido, el árbitro actuó correctamente porque luego de la jugada dudosa, la pelota nunca se detuvo y hasta Boca tuvo una chance de gol. El reglamento indica que el VAR puede "llama" al juez cuando el juego se detiene, por esa razón la infracción se ejecutó a los 7 minutos del primer tiempo.
En cuanto a la jugada, el VAR mostró correctamente la falta de Emanuel Mas contra Rafael Santos Borré, que luego el mismo colombiano se encargó de convertir.
La otra jugada en la que intervino el VAR fue la tarjeta roja a Nicolás Capaldo, quien sobre el final del partido tuvo una entrada con la plancha en alto contra Enzo Pérez. Allí Gallo volvió a llamar a Claus y le indicó que era una entrada temeraria y por eso el brasileño cambió la tarjeta amarilla que le había mostrado previamente por la roja.
También hubieron tres jugadas puntuales el VAR no llamó, ni Claus decidió tomar medidas. Una fue la mano de Lisandro López a los pocos segundos de haber recibido la tarjeta amarilla y las patadas de atrás de Jorge Izquierdos y Javier Pinola.