Hace cuatro años el Panadero Napolitano saltó a la fama por ser el principal responsable por la agresión a los jugadores de River con gas pimienta durante el entretiempo del Superclásico por los octavos de final de la Copa Libertadores.
Después de eso el partido fue suspendido y River pasó de llave, pero Napolitano la pasó peor ya que fue expulsado del club.
Después de mucho tiempo habló con Infobae y contó lo que pasó y como vive sus días sin poder ir a ver al club de sus amores: "La gente se está dando cuenta de por qué se hizo lo que se hizo. Estaba todo arreglado por Burzaco -el ex Ceo de Torneos y Competencias- para que pasara River, igual que todo lo que vino después", acusó Napolitano.
"Nunca quisimos suspender el partido, era sólo meter presión y se fue de las manos, porque la idea no era dañarlos físicamente, sino que sintieran que esto es Boca", confió.
Dos semanas después de esa noche de mayo del 2015, el Panadero fue procesado. Pero finalmente evitó ir a juicio oral y público. La Justicia le concedió el beneficio a cambio de realizar tareas comunitarias en la parroquia Nuestra Señora de Fátima, del barrio de Belgrano.
Lejos de arrepentirse, Napolitano sigue defendiendo su accionar en el 2015. "Y hoy, después de todo este tiempo, la gente está viendo lo que pasa. Que estaba y está todo arreglado. Por eso creo que voy a poder volver a la cancha: el hincha sabe que nunca quise perjudicar a Boca y que quienes lo están perjudicando son otros".
Napolitano sufre por no poder ir a la cancha y además, según cuenta en la entrevista, sueña con que lo reincorporen como socio, ya que la Asamblea de Representantes lo expulsó del club. Su carnet, el 26.269, quedó fuera del padrón cuando le faltaban apenas 10 años para convertirse en vitalicio.
