Independiente se clasificó anoche finalista de la Copa Conmebol Sudamericana porque dio muestras de su crecimiento individual y colectivo y le ganó a Libertad 3-1 el partido desquite que se desarrolló en el escenario de Avellaneda.
Todos los goles correspondieron al primer tiempo. El juvenil Ezequiel Barco se hizo cargo con serenidad de un penal y puso en ventaja a los Rojos a los 17 minutos.
Casi en forma inmediata aumentó Emmanuel Gigliotti, pero descontó y abrió el suspenso Ángel Cardozo Lucena, de cabeza, a los 24. El Puma Gigliotti, a los 30, volvió a marcar para los dirigidos por Ariel Holan y fue clave en la conquista del boleto hacia otra final internacional para un club tan copero.
Los Diablos Rojos tendrán por adversario en las finales del 6 y 13 de diciembre al equipo que prevalezca de la serie que afrontan Flamengo y Junior. Los cariocas consiguieron una victoria por 2-1 en el Maracaná, pero la clasificación se resolverá mañana.
La segunda parte fue bastante distinta, porque Libertad dejó en evidencia que es un equipo con carácter y salió a buscar con decisión la valla del uruguayo Campaña.
Cuando más perseveraban los conducidos por el español Fernando Jubero, el público de Independiente aportó su pasión desde las gradas.
Independiente en ese segmento decisivo fue llevado sobre su valla por el corazón de los guaraníes, pero supo defenderse y en un contraataque aislado Barco sacó a relucir todo su talento para eliminar al adversario, aunque su disparo pasó junto a la base externa del poste izquierdo.
En definitiva, Independiente dio muestras de su evolución en las dos áreas y por eso es un legítimo y merecido finalista de la Copa Conmebol Sudamericana.