Nació el 15 de setiembre de 1965. Murió el 1 de julio de 1999. Tenía 33 años. ¿Mujer? ¿Hombre? Qué importa: “Eso de los opuestos lo ven los demás, yo lo vivo de una sola manera”, aparentemente dijo, y así ya anticipaba de algún modo ese “sentir propio”, esa identidad autopercibida que se iba a legitimar de una vez por todas en 2012.
Había nacido con nombre de varón y, cuando los años ‘90 avanzaron, pudo vivir con su verdadera identidad, aunque su DNI nunca pudo decir “Cris Miró”. Sin embargo, vistió el brillo de las lentejuelas sobre el escenario y el de la fama en las revistas, la tevé, en todas partes...
¿Será que hoy es ya un símbolo de los ‘90? “Creo que sí, me parece que fue una de las personas que conmocionó, que rompió la manera de pensar, porque empezamos a pensar que había otros cuerpos. También, de alguna manera, ‘educó’, porque empezó a poner en la agenda pública el tema trans”, dice el periodista Carlos Sanzol (38), que presenta hoy en Mendoza la primera (y única, aclara) biografía de Cris Miró, “Hembra” (Milena Caserola, 2016).
Sigue: “Hoy éste es un tema de todos los días, pero hay que recordar que en la Argentina de Cris Miró había un edicto, una suerte de contravención que le daba poder a la policía para meterlas presas, y que regía para ‘toda persona que vista con ropas del sexo opuesto’”.
Sí, se había animado a ser travesti a la luz del día. Se había animado a “vivir y morir en un país de machos”, como justamente destaca el subtítulo de “Hembra”.
Pero ahora también llama la atención otra cosa: que su primera biografía venga a editarse a 17 años de su fallecimiento.
Sanzol, que hoy es subeditor de la sección Sociedad en el diario La Nación pero antes escribía sobre espectáculos, empezó a interesarse en este personaje cuando escribía, allá por el 2010, un artículo sobre las vedettes (las de "antes" y las de "ahora"). En esa curiosa exhumación es que se cruzó con el nombre de Cris Miró (que también era actriz: recordemos que llegó a participar en las películas "Dios los cría" de Fernando Ayala y "La peste" de Luis Puenzo).
Volvió a escuchar su nombre y desde ese punto se empezó a expandir en su cabeza toda una era: los años '90 en Argentina. Que aquí había una historia para contar, pensó, y el proceso de documentación y redacción terminó recién el año pasado. Mientras, lo que iba sucediendo en el país daba efervescencia a la escritura: la Ley de Matrimonio Igualitario primero, la Ley de Identidad de Género después.
“Ella fue la primera travesti que se hizo famosa como vedette en un espectáculo de revistas, un rol que, antes de su aparición, era patrimonio exclusivo de la mujer”, ya adelanta la reseña de “Hembra”.
Y agrega Carlos: “Cuando murió no había mucho registro en la web, por lo que tuve que recurrir al papel y a los VHS que había. Tuve que empezar a rastrearla a la manera vieja, digamos, porque empecé a hablar con la familia, como con el hermano, Esteban, y amigos de los que no se sabía nada. Amigos de la vida y amigos de la noche”. Fue, por supuesto, armar un rompecabezas.
-¿Pero cómo surgió la idea?
-Hace bastante que tenía ganas de escribir un libro, pero nunca encontraba un tema. En ese momento (2010), quería trabajar algo sobre la identidad, sobre cómo una persona la construye. Cuando me encontré con el nombre de Cris Miró en esa nota, me llevó instantáneamente a mi adolescencia, al menemismo, y pensé que ahí había una historia para contar.
Me acordaba que su muerte estuvo rodeada de un velo de misterio, y también había sido la primera vedette trans que se había hecho famosa en la Argentina. Fue una persona que construyó su identidad en contra de sus propios fantasmas y en contra de los prejuicios.
-Pero en el marco de su biografía abrís también otros temas, como la política de la época...
-El libro tiene varios universos: uno es el que explica por qué surge este personaje, por qué los medios le prestan tanta atención, y cuál es la lucha de las organizaciones de diversidad que venían desde antes, porque si no hubiese existido la CHA (Comunidad Homosexual Argentina), Cris no hubiera tenido visibilidad.
Después, otro universo que trato es el del menemismo, que se vincula con otro más, que es el de la noche, sobre todo acá en Buenos Aires, donde había ciertas libertades sexuales que ya habían empezado en la “primavera democrática”. En esa noche transgresora aparece ella, que se codeaba con Susana Giménez o Maradona. El contexto es fundamental para entender la aparición de este personaje.
-Le dedicás el libro "a los que todavía no comprenden". ¿Qué quisiste decir?
-En el libro está contado todo su sufrimiento por ser aceptada, durante toda su vida, desde su infancia, su transformación, hasta no poder decir que tenía HIV por la estigmatización que significaba, ya que era la "peste rosa". Me gustaría que se entienda que todo acto de discriminación genera en la persona un gran sufrimiento.
Cumbia y algo más
Cristian Ton es el autor de "Música de cámara", el otro libro que la editorial Milena Caserola presenta hoy. ¿El argumento? Una aventura desmesurada y exótica de una banda de cumbia, que se mueve (en ese camino ascendente) por la escena suburbana porteña y la bailanta, pero también en las "oficinas chetas del imaginario porteño, pasillos oscuros de Villa Ternura, hoteles de París y hasta en recovecos de una selva mística para nudistas", completa la reseña.
Ton (1980, Mendoza) es escritor y profesor de Lengua y Literatura. Publicó "Papeles públicos" y "Discurso de la razón salvaje", esta última novela también con esta editorial.
Sobre la editorial
Milena Caserola es la editorial independiente argentina con mayor cantidad de títulos publicados (más de 400). Nació en 2006 como iniciativa autogestiva de Matías Reck, quien hoy es todavía su editor.
La ficha
La editorial Milena Caserola presenta dos libros en Mendoza.
"Hembra. Cris Miró", de Carlos Sanzol y "Música de cámara", de Cristian Ton.
Hoy, a las 19, en la Federación Económica de Mendoza (Pedro Molina 471).
Mañana, a las 22, en Willys Bar (Mitre 1371, Chacras de Coria).
Los libros también pueden conseguirse en Leviatán Libros (San Juan 1041).