El hincha de Independiente Rivadavia lo reconoce. A la hora de hablar de un jugador regular, no duda en nombrar al capitán del equipo de Gabriel Gómez, a quien fuera, sin duda alguna, una pieza importante para la salvar la categoría. Dueño de una humildad que contagia, Cristian Aracena se ha metido en el corazón del hincha leproso, no solamente a base de buenas actuaciones sino también por actitudes hacia la gente que lo enmarcan como un referente de los últimos años del Azul.
Con la tranquilidad de haber terminado de la mejor manera, el ‘Pity’ se tomó un tiempo para hablar de una de las cosas que más le gusta: el fútbol.
“¡Pero el fútbol mendocino, eh!” advierte el arquero de Independiente, mientras recibe las preguntas de cada uno de los integrantes de la sección Más Deportes. Es así. Amante del fútbol doméstico: “Yo me voy a ver un partido de la Liga Mendocina porque me encanta. Aparte tengo amigos en los clubes, me fascina hablar de nuestro fútbol”.
Tras una larga sesión de fotos, el capitán leproso se presta para hacer un análisis de lo que acaba de terminar, de esa pesadilla que fue estar padeciendo con la zona roja del descenso y salvarse en la última fecha. “Después del lunes pudimos descansar, lo que no habíamos podido hacer en las últimas jornadas. Veníamos de golpe tras golpe, más allá de que habíamos levantado nuestro rendimiento y en las matemáticas. Pero en la última fecha no dependíamos de nosotros y, aunque en el inconsciente sabíamos que se nos podían dar los resultados, estaba lo otro, que teníamos que ganar en nuestra cancha y que era algo que nos había costado mucho”, comentó.
La temporada fue alborotada para el Azul. A lo largo del torneo, Independiente Rivadavia cambió tres veces de técnico. A la hora de evaluar qué le dejó cada uno, el ‘Pity’ no dudó: “Creo que cada uno con su forma de ver el fútbol, pero ‘Pepe’ -Romero- nos dejó su experiencia; Pablo -De Muner- era un técnico que trabajaba muy bien y no dejaba detalles librados al azar. Por ahí le jugó en contra el cambio de ayudante de campo a DT, porque se hizo mucho movimiento que la gente desconoce y por ahí eso se profundizó en lo futbolístico. Y Gabriel -Gómez- tuvo la lectura justa como cuando vino Alfredo -Berti- para encontrar la vuelta al funcionamiento de un equipo que le costaba ganar y cuya deuda pendiente era sumar de visitante. La verdad que Gabriel, con poco, hizo bastante”.
Agregó: “En la primera charla que tuvimos con él, se abocó mucho a la intensidad que debíamos tener, porque nosotros estábamos acostumbrados a replegarnos, a dejar tomar una posición al rival para salirle de contra y claramente no nos había dado resultados. Entonces en lo que hizo hincapié fue en que no dejáramos eso sino que fuéramos más intensos arriba, que se iba a dar el momento para salir de contra y creo que se dio porque contra Quilmes fue así y tuvimos situaciones para ganarlo, como lo hicimos. Ahí empezamos a convencernos de que, esa manera, era el camino para empezar a salir".
-¿Cómo fue esa charla antes de salir a jugar ante Santamarina, al que debían ganarle?
-Los que hablamos en general (porque a mí me toca ser capitán pero somos un grupo y todos tienen voz y voto), aportamos nuestro granito de arena. Yo les pedí que lo jugáramos con el corazón, que lo hiciéramos tranquilos porque la situación lo necesitaba. También les hice un pedido a nivel personal porque tengo a mi viejo enfermo que me había ido a ver y no quería que se fuera de la cancha con un resultado negativo.
-En lo personal ¿fue tu mejor año?
-La verdad que me lo han preguntado y no sé qué responder porque por ahí los resultados negativos tapan el buen o mal trabajo. Este año me sentí muy bien. Noté que cometí menos errores comparado con torneos anteriores. En la campaña pasada el equipo me hizo sentir de otra manera porque era un grupo que ganaba de otra forma y éste quizás fue el mejor, aunque no lo noté por el tema de resultados.
Hubo un gesto que no pasó inadvertido en el último partido. Con la salvación consumada, se lo vio al arquero leproso acercarse a cada tribuna del Bautista Gargantini para agradecer a la gente, algo poco habitual en el fútbol argentino: “Cuando nos estábamos yendo, con un compañero les dijimos: ‘Tenemos que saludar a la gente porque somos todos’. Por ahí es normal que se generalice pero en este caso no, porque desde los cuatro costados bajaba el aliento y las fuerzas. La gente siempre estuvo y había que devolverle tanto cariño y apoyo”.
En cuanto a su futuro, el capitán de Independiente expresó: “Yo quiero quedarme en el club para pelear un ascenso, algo importante, quizás es algo apurado porque falta mucho tiempo. Hay que negociar un montón de cosas, pero el sentimiento que tengo es que necesito y quiero ganar algo con Independiente para devolverle un poco más de lo que la gente y la institución me brindaron. Por eso me siento en deuda con el club y quiero irme de otra manera”.
“Estoy agradecido con la gente”
“Yo soy un agradecido cien por ciento porque cuando llegué sabía en las condiciones que venía. La tenía que remar más allá de que uno internamente sabe que llega a un lugar para hacerse cargo. Era consciente de que iba a tener que pagar derecho de piso y la verdad que me la hicieron fácil porque siempre se brindaron y me apoyaron”, comentó el Pity sobre su arribo a Independiente Rivadavia. “Nos tocó vivir momentos muy malos en lo futbolístico y la gente siempre está, siempre apoya, inclusive hasta la barra fue y nos hicieron sentir que no íbamos a estar solos. La verdad, muy contento porque la gente siempre apoya, yo me siento muy cómodo en el club y le tengo mucho cariño”, añadió.
Lo positivo: "De los 37 o 38 que somos en el plantel, todos trabajaron hasta el último, dieron todo y se brindaron por completo. Fue una situación complicada y nadie le esquivó al plato y eso hizo que al que le tocaba jugar, sabía que el que estaba atrás estaba apoyando".
Lo negativo: "Creo que nos faltó hacer más goles de los que hicimos. Nos faltó contundencia y no fue por culpa de los delanteros; no solamente pasa por ahí. No tuvimos la paciencia a la hora de definir y por ahí quedábamos expuestos y la terminábamos pagando caro".