Los gobiernos siempre esperanzados en que lleguen capitales extranjeros como si fuese la salvación. Mientras, desestimamos nuestras propias fuentes productivas que van desapareciendo. Pero no es solamente el cese de esta actividad, detrás de esta fuente de trabajo hubieron sueños, años aportando lo mejor de nuestros conocimientos sin que se supieran capitalizar.
Para comprender los padecimientos de tantos industriales y productores que silenciosamente desaparecen de la actividad para la cual se prepararon, se debería haber tenido la propia experiencia de haber sido productores independientes y que esa actividad hubiese sido su único medio de vida.
Sólo así se sabría interpretar los padecimientos a los que nos someten políticas económicas que no condicen con el esfuerzo ni el trabajo ni la producción. Además, como funcionarios deberían conocer las distintas actividades para que las
políticas económicas sean orientadas a los diversos sectores productivos y así conducir y hacer fructificar realmente el potencial con que cuenta el país.
Estamos en un año electoral, ya se van mostrando posibles candidatos. La mayoría hasta ahora vienen participando en distintos cargos y sería interesante que el electorado conociera los beneficios que tuvo su participación en los cargos que ocupó, para así realizar una evaluación de su accionar.
Ojala que con esta nueva esperanza que nos brinda la democracia de elegir a quienes nos representen, encontremos el camino de la unión y el respeto. Y que todos los ciudadanos seamos participes de forjar un gran país.
Tal vez en algún momento contemos con un dirigente argentino que no mienta y que no robe la ilusión de todo un pueblo, pueblo que cansado de sufrir por promesas incumplidas hoy dice basta por tanta desigualdad, y ide que la educación, la salud y el trabajo sean derechos, pero eso sí, siempre es democracia.
José Dobrosky
DNI 8.152.750
