¿Te resfriaste? Cambiá el cepillo de dientes
Después de haber sufrido un resfriado vale la pena comprar un nuevo cepillo de dientes. De esa forma se evita volver a contagiarse con las bacterias que siguen escondidas entre las cerdas. Lamentablemente, pocas personas saben esto y por eso no cambian su cepillo tras un resfriado.
Pero tampoco tiene sentido el extremo contrario: hay gente que tiene varios cepillos de dientes para contar siempre con uno seco. Eso es una exageración: basta con un solo cepillo, pero hay que cambiarlo cada seis a ocho semanas. También depende del grado de dureza: los cepillos más duros pueden durar hasta tres meses.
Lo que no tiene sentido es comprar un cepillo nuevo tras una limpieza de dientes profesional. Que después de la limpieza "regresen" algunos gérmenes a la boca es perfectamente normal.
Cada minuto de ejercicio reduce el riesgo de cáncer
Los datos son fríos pero explícitos: después de los problemas cardiovasculares, el cáncer es una de las principales causas de muerte. Muchos creen que es una cuestión genética y que poco se puede hacer, pero no es así.
El profesor Rudolf Kaaks, del Centro Alemán de Investigaciones sobre el Cáncer, recomienda sobre todo hacer mucho ejercicio. "No sólo sirve el deporte", explica el especialista, “hay que moverse todo el tiempo”.
Según Kaaks, caminar hasta la parada del autobús o andar algún trecho en bicicleta también sirve para reducir los riesgos.
Hay estudios recientes que demuestran que la probabilidad de padecer un cáncer disminuye cuanto más ejercicio hace una persona.
Alimentación "low-carb", ideal para diabéticos
Quienes sufren de diabetes tipo 2 pueden llegar a tener mejores resultados en sus valores de glucosa ateniéndose a una dieta baja en hidratos de carbono.
Sin embargo, la proporción de hidratos no debería estar por debajo del 30 por ciento del consumo diario total. Además, otro punto a tener en cuenta es con qué se compensa la falta de hidratos. Si uno tiende a comer más grasas, es importante que sean grasas no saturadas, presentes por ejemplo en los pescados, palta o almendras y nueces.
La diabetes mellitus tipo 2 es un trastorno metabólico que se caracteriza por hiperglucemia (nivel alto de azúcar en la sangre) en el contexto de resistencia a la insulina y falta relativa de insulina; en contraste con la diabetes mellitus tipo 1, en la que hay una falta absoluta de insulina.