Intrusos es uno de los programas de opinólogos más duradero del canal América, y más que familiares son los encontronazos y momentos tensos en donde dos dichos se oponen. Muchos de estos entretenidos enfrentamientos suelen darse al aire, pero parece que sin el ojo acusador de las cámaras la situación sería la misma. Al menos así lo cuenta Adrián Pallares, y recuerda sobre la única vez en los 8 años en el programa en que abandonó hasta el grupo de Whatsapp: “Me fui para no terminar insultando”.
“¿Qué pasó? No me acuerdo bien que pasó. Pero a los tres días Jorge me volvió a agregar y después de eso no volvimos a hablar de lo que había pasado. Seguro que fue algo que pasó al aire y que no me gustó, que siguió la charla en el grupo y me fui para no terminar insultando. Fue hace tipo un año”. En un mundo donde ya no se puede prescindir de las redes y canales de comunicación virtuales, el salir de un grupo es como voltear la cara en la calle a alguien que conoces. Agregó: “Pasa que yo juego al personaje de opinar en contra de los demás, muchas veces no tan convencido”.
Muchas veces el panelista intentó mantenerse en relaciones cordiales tanto con sus colegas como con los invitados con los que puedan diferir al aire. Ve su personalidad más como conciliadora que como de enfrentamiento.
“No sé si soy de teflón, tengo lo mío, no soy un santo. He tenido buenos compañeros y buenos vínculos. Bueno, hoy con Viviana Canosa no, pero con Ángel de Brito soy amigo. A Laura Ubfal le tengo muchísimo afecto y agradecimiento. (…) Yo también soy muy amigo de Rodrigo Lussich, mi socio y con quien ahora volví a trabajar, y también de Marina Calabró. Esos son mis amigos del medio”, terminó aclarando.