Muchos famosos comparten su día a día durante la cuarentena. Además, aprovechan las redes sociales y el aislamiento para compartir sus pensamientos y reflexiones.
Con ánimos de invertir el tiempo virtual en algo positivo, Ailén Bechara sorprendió a todos con su saludable descargo. Según publica el portal de noticias TN, mostró una serie de fotos de su cuerpo desde distintos ángulos, con distintas mudas de ropa.
La artista hizo reparo en una foto en particular, donde un conjunto de ropa deportiva deja su panza al descubierto. Así fue que acompañó a la imagen con un título: “No todo es lo que parece”. Bechara usó esa frase como disparador para hablar sobre las inseguridades que producen en las mujeres, sobre todo en las jovencitas, los modelos y estereotipos de cuerpos “irreales”.
En este marco hizo mea culpa de haber querido “tapar” su panza, porque nunca le gustó cómo se veía. De allí que se sintió responsable al ser una figura pública de replicar el modelo que tanto la perjudicó. “Quería el cuerpo que me mostraban las revistas o blogs. Jamás la tuve chata, cosa que me produjo miles de trastornos y problemas”, se sinceró con sus seguidores.
Siguiendo con su reflexión lamentó haber exigido su cuerpo y haberse limitado para conseguir “el cuerpo deseado”. “Pase por miles de dietas de moda, gimnasios, médicos y cirugías. Una locura”, admitió.
Inclusive, confesó que durante un verano no se quiso sacar la remera en la plata porque la acomplejaba su vientre. Harta de “cuidarse” tanto, lanzó un consejo para todas sus amigas de Instagram: “Soy real, soy humana. ¡Amo comer! Mi cuerpo es este, lo acepto y lo amo. Dejen de compararse, de juzgarse. Todas o la gran mayoría tenemos panza, celulitis, rollos, hinchazón... ¡Ámense!”, exclamó.