Nazarena Vélez y Alejandro Pucheta tuvieron un corto noviazgo y se casaron en 1992. “¡Fuimos en un coche fúnebre con las puertas tapadas con una cartulina, que era una gronchada que no se podía creer!”, recordó Nazarena el año pasado. Dos años más tarde, y fruto de ese vínculo, nació Barbie Vélez. Pero la pareja no duró mucho más: decidieron separarse después de festejar el primer año de su hija.
Así, el vínculo entre padre e hija se construyó en casas y vidas separadas. Sobre ello, recordó Pucheta recientemente, en una entrevista con Tomás Dente para el ciclo Vino Para Vos (KZO).
“¡Hola, papito hermoso!” Sos el amor de mi vida, lo sabés. Sos el hombre más bueno, más divino, más todo que conocí en la vida. Amo que seas mi padre”, lo saludó Barbie a través de un video. Y definió cómo es el vínculo entre los dos: “Puedo estar en la China y te digo: ‘Venite por favor a las 12 de la noche a buscarme’. Y vos a las 11.59 estás ahí buscándome. Sos un gran ejemplo para mí. Ojalá cada día me parezca un poco más a vos, porque sos todo lo que está bien en el mundo. Sos una persona buena, sos responsable, sos trabajador”.
Frente a estas imágenes, Pucheta se mostró casi impasible; apenas estalló en una carcajada cuando Barbie dijo: “Amo ser única hija, que es un detalle no menor”. “Bueno, claramente se nota que soy una persona muy fría porque si no lloré con este video, ya no lloro con nada”, se justificó el papá de Barbie.
Luego, Pucheta se refirió a cómo se siente en la paternidad: “A Barbie siempre le pido disculpas, porque yo siento que no fui un buen papá. Era muy joven y a veces siento que no estuve en todo. Si bien creo que estuvo en las mejores manos, que fueron las de mis papás, no fui un papá 100%, de estar todo el tiempo del día. Trato de estar siempre, como dijo ella, cuando me llama. Voy adonde sea, por lo que sea. Pero nunca está de más pedir disculpas. Y siempre le digo: ‘Perdón por lo que no hice antes por vos’. Siento que fui mejor padre de grande que de chico. Hoy siento que no me quiero perder nada, quiero estar en todo y quiero hacer lo que sea por ella”, dijo Pucheta.
Sobre las razones de esa ausencia, Pucheta dijo que durante mucho tiempo de su vida “prioricé el trabajo. Y bueno, me hizo un clic la cabeza y me dije: ‘No, flaco, está tu vida y después el trabajo’. Yo trabajaba todo el tiempo, de día, y los fines de semana trabajaba con lo de la cumbia. A Barbie la tenía los fines de semana, generalmente. Entonces, por ahí me tocaba una gira, me iba el jueves y volvía el lunes, entonces no la veía. Ahí ella estaba con mis viejos. También sentía que lo hacía para el futuro de ella. Hasta que un día me dije: ‘Ya está, no me voy a hacer más rico o más pobre porque deje de trabajar un fin de semana’. Y ahí me empecé a relajar un poco más”.
Yendo a más detalles, Dente quiso saber cuáles fueron los momentos importantes en la vida de Barbie que siente que se perdió: “Quizás a ella no le guste, pero fue mi primer ‘qué estoy haciendo’. Yo estaba en una combi, yendo a Salta, creo. Y me manda un mensaje mi mamá: ‘Barbie se hizo señorita’. Me hubiese gustado que esté conmigo ese fin de semana, por más de que hubiese sido incómodo para ella, incómodo para mí. Me hubiese gustado abrazarla, estar con ella, que ese finde esté en casa”, recordó.
Por otro lado, Pucheta habló sobre el vínculo que tiene con Lucas Rodríguez, pareja de Barbie, quien recientemente le propuso casamiento a su hija. “Estoy orgulloso de mi yerno, siempre digo que es el mejor yerno que me podría haber tocado”.
Sobre ser abuelo, Pucheta dijo que “obviamente quiero. Pero no tengo apuro, no lo soñé, tampoco. Me dicen: ‘¿No te gustaría tener un hijo?’ Y no, me siento más abuelo que padre, honestamente. Que venga cuando tenga que venir. Lo voy a amar, porque amo a los chicos. Y creo que cada vez está más cerca. Se van a casar a fin de año, si Dios quiere”.