Andrea del Boca lloró en televisión al relatar el calvario que vivió su hija Anna Chiara

La actriz relató los detalles sobre la denuncia de su hija contra su padre acusado de abuso sexual agravado y corrupción de menores.

Andrea del Boca lloró en televisión al relatar el calvario que vivió su hija Anna Chiara
La actriz lloró por la denuncia de la menor a su padre

Andrea del Boca habló con “Nosotros a la Mañana” (El Trece) luego de haber declarado ante el fiscal Aldo De La Fuente, de la Fiscalía Especializada en Delitos de Integridad Sexual (UFISEX) y no pudo contener el llano al hablar sobre el calvario que vivió su hija Anna Chiara (19), quien luego de un tiempo, denunció a su padre Ricardo Biasotti (65) por abuso sexual agravado y corrupción de menores.

Apenas comenzó a hablar, la actriz lloró desconsoladamente y entre sollozos confirmó que “la causa siguió” y que “aún en pandemia se tomaron medidas”. Luego agregó que tanto ella como su madre, Ana María Castro, y su tía, Sara Castro, también se presentaron en la fiscalía.

“Es muy duro, no se imaginan cuánto, como mamá tener que relatar los dichos de Ana de cuando ella empezó a contar lo que se había guardado durante muchos años por miedo y vergüenza, porque se sentía humillada y sucia”, dijo del Boca visiblemente angustiada.

También Andrea comentó que su hija comenzó a hablar de los abusos justo el día después de la muerte de su abuelo Nicolás en 2018: “Ese día, desesperada, Anna empezó a llorar y a contar como sistemáticamente cuando yo la llevaba a la casa de su progenitor masculino, como ella le dice a su padre, él la obligaba a dormir en el dormitorio junto a él”, recordó.

También se refirió a que cada vez que su hija visitaba al padre, éste la dejaba incomunicada: “Yo le daba un celular para que se pudiera comunicar conmigo pero él se lo escondía”, sostuvo.

Acerca de los abusos la actriz dijo: “son heridas que quedan en el alma, que no se curan… él la amenazaba. Es un mentiroso compulsivo. Se negó sistemáticamente a todas las pruebas”, puntualizó.

“Les puedo asegurar que no le deseo a nadie este dolor. Siento impotencia de darme cuenta de por qué durante tantos años, cuando tenía que ir a dormir a la casa del padre, Anna se agarraba del marco de las puertas y nos suplicaba que no dejáramos ir”, dijo llorando.

Y finalmente dijo: “Le robó la inocencia. El padre biológico es inhumano. A mí no me cabe en la cabeza... discúlpenme, no suelo salir así, no me gusta”.

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