Andrea Rincón supo aprovechar los frutos de su participación en “Gran hermano”; desde que salió de la casa más vista del país no paró de trabajar y hasta pudo elegir las propuestas que más iban con su nuevo estilo de vida. La morocha polémica quedó de lado y apareció una atractiva que comparte mensajes motivadores casi a diario.
La actriz y exvedette interactúa un montón con su más de un millón de seguidores de Instagram; llama la atención con sus posteos tanto en el feed como en sus historias porque su belleza traspasa las pantallas y llega a los usuarios.
Andrea sabe muy bien cómo explotar su sensualidad y cada vez que sube material con poca ropa o fotografías que insinúan, su perfil se llena de Me Gusta.
Como ahora que decidió hacer miradas pícaras y atrevidas a la cámara desde lo que parecería ser un comedor de una casa antigua.
La morocha no mostró casi piel pero igualmente subió la temperatura. Apoyada en una mesa, Rincón coqueteó con un pantalón negro y una camisa blanca con bolados en las mangas que seguramente muchos querrán tenerla en su placar.
La prenda tiene mangas largas y un cuellito con puntilla, la hace ver delicada y sexy. Para dejar ver todos los detalle de lo que lleva puesto, Andrea prefirió atarse el pelo con una colita alta.
Los comentarios que le escribieron fueron puros halagos, sus fanáticos resaltaron su naturalidad y lo radiante que está. Y los piropos también aparecieron, como este: “Recomendame un café Andre, así se me va el sueño de tenerte...”.
Andrea Rincón y una foto del recuerdo que subió en calor de Instagram
Los jueves, en las redes sociales, son los del recuerdo y casi todos los usuarios aprovechan ese día para publicar una postal vieja que les gusta o que le generó muy buena repercusión en el momento.
Andrea se subió a la moda y llevó a las historias de Instagram una fotografía más que sexy que data del 2017.
Rincón aparece apoyada en un auto con una postura y look más que sexy. Tienen un conjunto de minifalda negra y un blazaer haciendo juego.
Lo que combinó con una camisa blanca desprendida hasta la altura de su pecho y unos zapatos de taco alto y fino.
Al parecer, es un retrato de una de las tantas ficciones que ha realizado y sin importar de qué año sean sus postales, siempre causará sensación.