Hernán rompió con la mala racha que venía trayendo desde principios de semana y se coronó como el pastelero del día, logrando una ventaja para la prueba de eliminación.
Si bien todos los participantes tuvieron devoluciones bastantes positivas, hubo dos de ellos que se destacaron completamente del resto.
Las cocinas de Bake Off fueron testigos de las delicias que Hernán y Kalia presentaron frente a sus evaluadores.
Por un lado, Kalia se hizo eco entre sus compañeros con su chipá de queso, unas roquitas bañadas en chocolate y maní, unos chupetines de chocolate con leche y maní, y finalizó con unos pochoclos salados de pimienta de cayena.
Sin embargo, Hernán fue quien se destacó sobre el resto de sus compañeros cuando presentó sus snacks salados de queso, unos coquitos almibarados, trufas de chocolate y pochoclos dulces de chocolate acaramelados.
Desde sus comienzos de la prueba, ya Damián había notado algún cambio de actitud en el participante cuando pasó por su isla a ver cómo iba con sus snacks.
“Es raro sacarte la ficha”, le dice Damián Betular cuando pasa junto a él. “Hay días que brillas, hay días que… Es como todo, nada, todo, nada.”
Hernán, con una actitud mucho más positiva a la que habíamos visto durante las dos pruebas anteriores, demostró que cuando quiere, puede.
Finalmente, con una gran devolución de parte de los jurados, Hernán consiguió tener una pasada triunfal por el pasillo. “¡¡VOLVIÓ HERNÁN!!”, insistieron los pasteleros.
“Ayer último, hoy primero. La verdad, no lo esperaba”, admitió el participante.
Ahora sólo queda una última prueba antes de la gala del domingo en donde uno de los participantes quedará fuera de la competencia.
¿Quién es Hernán, el pastelero del día?
Hernán Canalini es de La Plata, tiene 35 años y es un aficionado de la cocina. Es arquitecto y tiene su propio estudio de arquitectura, sin embargo, nunca estudió nada relacionado con la cocina.
Es amante de hacer deportes y viajar. Se considera autodidacta y muy prolijo, además de autoexigente. Nunca estudió nada relacionado a la cocina, sin embargo se lo ve muy seguro a la hora de cocinar.
Fue el primer pastelero del día en el programa, aunque luego los nervios en muchos casos le jugaron en contra. Ahora, Hernán vuelve a renacer como el ave fénix y será imparable.
