Britney Spears conoció la fama cuando apenas era una adolescente porque desde su infancia ya mostraba su talento en los escenarios como actriz y cantante.
A los 18 sacó su primer trabajo discográfico con el nombre de Baby One More Time y luego de algunas semanas se transformó en la adolescente que más discos vendió y fue catalogada, antes de cumplir 20 años, como la mejor artista internacional.
Pero en estos últimos doce años la vida de Spears no es la misma de éxito y amigos. Con muchos excesos en su vida, la artista ya no puede administrar ni sus bienes ni el dinero ganado en su carrera. El control que tienen sobre su vida es tal que no puede salir de comprar, ni ver a sus hijos, ni salir de su casa sin una autorización.
Es el padre de la rubia, quien tiene la tutela judicial de Britney pero muchos se preguntan qué hace con las cuentas bancarias de su hija.
Si bien él aduce que todos los meses rinde cuentas al Estado, la cantante y su abogado no están tan seguros que eso suceda. El tal el control, que la estrella de la canción no puede ni siquiera usar sus redes sociales sin antes avisar y comentar el texto o la foto del posteo.
La plenitud en la carrera de Spears se mantuvo hasta el 2007 cuando comenzó a caer en una debacle de la que aún no puede salir. Y más allá de los duros momentos que la joven debió vivir con sus adicciones, sus errores y sus enfermedades, lo que muchos piensan es que esa situación conviene mientras dure a los que, supuestamente, bregan por la salud y el bienestar de la cantante.
Al comienzo de su pesadilla ingresó a un centro de rehabilitación para desintoxicarse del consumo de alcohol y drogas, pero sólo estuvo un día. Al salir se rapó la cabeza y luego se enteró que cada mechón de su pelo se vendía a un millón de euros en la web, en una plataforma de compra y venta.
Luego y por si las cosas no andaban bien, Britney perdió la custodia de sus dos hijos, Seam y Jayden, fruto de la relación con el bailarín Kevis Federline, separada en 2006 y a los dos años fue internada en un centro psiquiátrico bajo la ley 5140 que permite alojar a un ciudadano en un centro de salud sin su consentimiento si se comprueba que su integridad o la de otros corren peligro. Desde ese momento la rubia quedó bajo la tutela de James, su padre.
Pero al salir su vida no fue normal, porque perdió el control de todos sus actos y acciones. Debe pedir autorización para cada cosa que se le ocurra hacer y esta situación movilizó a sus fanáticos, que bajo el hashtag #FreeBritney exigieron su autonomía.
Cansada de la situación el abogado de la estrella, Samuel Ingham, pidió ante la Corte de Los Ángeles, Estados Unidos, que finalizara la tutela de su padre y se conozca el procedimiento usado por el tutor. Dicho pedido fue desestimado y se estableció que él siga como apoderado hasta el 2021.
En toda esta trama familiar enfermiza, la única persona que apoya a Britney es su hermana menor Jamie que también es cantante y actriz y cree que su padre no es la mejor guía para su hermana.
Son tantas las sospechas que giran en torno a James sobre el manejo de la fortuna de Spears, que hasta Cher usó sus redes sociales para defenderla: “Trabajó duro, fue la gallina de los huevos de oro, hizo mucho dinero, enfermó, ahora es una vaca lechera... Alguien que hace dinero con ella estando enferma, ¿la quiere bien? Debería cuidarla alguien que no quiera nada de ella”, comentó en Twitter.
Por si fuera poco, la justicia dictaminó que Britney debe pagar un sueldo de 100 mil dólares a su padre por cuidarla, aunque ella pide que ese trabajo lo haga otra persona.
Hace algunos meses, el ex de Spear denunció a su ex suegro por el presunto maltrato de uno de sus hijos en una de las visitas a su madre.
Pero ante este escenario casi de terror, Britney Spears apareció en sus redes sociales para transmitir tranquilidad a sus fanáticos. Lo más llamativo fue que de tener una activa participación en el contacto virtual, desde el 19 de octubre todo cesó y no supieron más de su estrella.
Pero en estos días fue la misma cantante quien comentó que está atravesando su mejor momento después de mucho tiempo: “Sé que se ha hablado mucho sobre mí y que la gente ha dicho cosas diferentes, pero solo quiero decirles que estoy bien”, comentó Britney y finalizó: “Nunca antes había sido tan feliz. Les mando a todos mis mejores deseos y muchos cariños”.