En las últimas horas, Charlotte Caniggia acudió a la Justicia tras una serie de comentarios que se realizaron en el programa “Bendita”, conducido por Beto Casella, y obtuvo lo que mediáticamente se conoce como un “bozal legal”.
Se le solicita al programa abstenerse “de difundir, por sí o terceros, en los medios y/o redes sociales que se encuentren vinculados a su actividad televisiva, información y/o imágenes vinculados con aspectos relativos a la vida privada y a la salud de Charlotte Chantal Solange Caniggia”, estipula la resolución del Juzgado Civil.
Además, se destaca que de no cumplir con el pedido judicial se llevará a cabo un “apercibimiento”. En otras palabras, se le impondrá “una multa de cincuenta mil pesos ($50.000) por cada violación a lo ordenado que se verifique”.
Según consta en el escrito, la solicitud de Caniggia, elaborada por su abogado Alejandro Cipolla, fue catalogada de “carácter urgente”. “La demandante explicó que es una persona pública y que vive de su imagen; que es muy reservada con sus cuestiones familiares, aunque forma parte de una familia con mucha exposición pública”, se destaca.
¿Qué fue lo que ocurrió? “El 16 de septiembre de 2020, el programa Bendita (transmitido por la señal del canal 9) realizó un informe sobre ella y varios periodistas y panelistas formularon comentarios agresivos y ofensivos en su contra, violatorios de su privacidad, proporcionando información falsa y ‘dando a entender’ que tenía una patología psiquiátrica”, explica la resolución.
En concreto, Charlotte se sintió agraviada por los dichos de “Mercedes Ninci, Carla Czudnowsky y Vicky Braier”, quienes considera que habrían realizado comentarios “ofensivos, insultantes, que ‘ventilan información falsa’ dando a entender cuestiones de su salud con ‘maltrato a la capacidad intelectual’”.
Además, la hija de Mariana Nannis sostiene que “todos los participantes se dirigieron a ella con formas de desprecio y falta de respeto y que preocuparon a su familia con falsedades”.
Por último, “afirmó que se violaron así los límites de la libertad de expresión” porque, según ella, “ventilar cuestiones propias de su vida privada le provocó un daño irreparable a su imagen”. “No pretende coartar el derecho a la libertad de prensa sino limitar el daño producido por los comentarios de todos los panelistas de Bendita”, concluye la resolución.
Concretamente, en la emisión del 16 de septiembre, Ninci lanzó: “¿Quieren que les cuente la verdad? Ella dijo una cosa muy fuerte: ‘Me gustaría desaparecer de este mundo’. Ella está muy deprimida y quiere volverse a vivir a Estados Unidos o España”.
Czudnowsky, por su parte, opinó sin filtro: “A mí básica y taxativamente me parece una tarada. Tiene la gracia de la adolescente boboncha. No va a madurar. Va a encontrar un señor con plata que la mantenga”.
Braier, en cambio, no la insultó ni contó una fuerte versión sobre su vida privada. Sólo bromeó con que “dice una burrada detrás de la otra” y aseguró que la considera “adorable”. “Las barbaridades que dice... pero la quiero”, sentenció, entre risas.