La noche del MasterChef Celebrity empezó con las quejas de la mayoría de los participantes. Al destapar la caja de sorpresas, el pollo despertó todo tipo de expresiones nauseabundas. Pero muchos no pudieron ni ver cuando, al abrir la caja más pequeña, quedaron revelados los menudos comestibles del ave. Las peores caras fueron de Patricia Sosa, vegetariana hace años, Claudia Villafañe y Sofía Pachano. “Quiero vomitar”, se escuchó decir a Leticia Siciliani.
Pero avanzada la noche, a pesar de que las tripas se le revolvían, Villafañe logró salir airosa cuando preparo un pollo frito rebozado en avena y sésamo negro y blanco con puré de hinojo e hígado salteado. Los jueces estaban felices de que siguiera su consejo de soltarse y arriesgarse con nuevas recetas. Ante la pregunta del conductor Santiago del Moro, “¿Quién te enseñó a preparar el pollo?”, Claudia recordó la normal de su familia cuando era chica: “Vivía con mis papás y mis abuelos maternos. En un cuarto dormíamos mi papá, mi mamá, mi hermana y yo, y mis abuelos en el cuarto de adelante. Todo el tiempo se veía la cocina, que era muy chiquita, siempre cocinaban ellos y era algo casero, natural”.
La participación de la primera mujer de Maradona en el reality culinario ha tenido muchas expectativas, ya que se trata de su primera exposición mediática desde su matrimonio con el Diez. Después de recibir la aprobación de todos los jurados y una devolución que le valió su mejor clasificación hasta el momento, Claudia se relajó. Ante la consulta del conductor, dijo: “Dalma me dijo que no tenía que llorar”.
Pero antes de que pudieran salirle las lágrimas a ella, uno de los jueces comenzó a contar emocionado: “Estoy seguro...”, comenzó diciendo Donato De Santis, y con un nudo continuó diciendo, “Estoy seguro que en esta casita había mucho amor. Vivir todos juntos y aprender las cosas de la vida... perdón”, se disculpó limpiándose las lágrimas.
“¿Te emocionaste por algo, Donato?”, preguntó del Moro y permitió que el jurado contará parte de su infancia. “Nosotros vivíamos en un lugar que era un establo, había una sola cortina con un alambre que dividía el cuarto de noche con la cocina”, dijo mientras miraba a Claudia con empatía.
Fue entonces la participante quien contó un poco más sobre su intimidad en la niñez: “La cocina era un cuadradito en el que entraba uno solo y el baño era un baño con la ducha que tenías que correr la cortina nada más. Cuando me dicen ‘vos viajaste, conociste, estuviste en un montón de lados’, sí, pero vengo de una familia de clase trabajadora”. “Nosotros ni teníamos baños”, intervino Donato. “El baño era afuera”.
“Solo el que vive esos momentos sabe y se puede emocionar cuando otra persona le cuenta algo parecido”, terminó diciendo Villafane en el backstage. Del Moro le dedico unas palabras: “Todos te amamos por esta cosa que tenés, de conservar lo simple, de haber estado en los lugares más impresionantes del mundo y siempre ser La Claudia, como te decimos todos”.
