Darío Barassi terminó el año de 100 argentinos dicen -emitido por el trece- con un humor muy veraniego pero, en el marco de toda la diversión, un imprevisto interrumpió el cierre ideal del programa. Le informaron que el domingo debe volver a trabajar ya que se realiza el especial con famosos.
Cada vez pasan más rápido los días y el verano se acerca rápidamente. En esta época del año, periodistas y conductores comienzan a despedirse de sus audiencias con quienes se reencontrarán el año siguiente.
El reconocido y querido conductor tuvo un año muy laborioso. Le ha tocado ser protagonista de muchos memes y momentos virales y él ya se preparaba para unas merecidas vacaciones. Debido a esto decidió cerrar la edición del viernes con un evento muy especial que involucró un entretenido disfraz.
No obstante, a pesar de estar todo planeado para los últimos minutos, él decidió empezar con los preparativos un poco antes. Acostumbrado a los espontáneos cambios de vestuario entre juego y juego, el oriundo de San Juan reclamó que le alcanzaran su ropa veraniega. Empezó quitándose el saco y se puso por encima de la camisa blanca otra estilo hawaiiana. Instantes después, intentó ponerse una malla roja arriba del pantalón de vestir pero, como no pudo, optó por sacárselo.
De esta forma y luego de un estratégico espacio publicitario, Barassi recibió a su audiencia en bermudas y descalzo, preparado para un día en la costa argentina. Pero eso no fue todo, en el preciso momento en que un participante dio la última respuesta, el conductor no pudo disimular su emoción y comenzó a bailar al ritmo de la alegre música mientras los asistentes y productores entraban con un sinfín de decoraciones. Todos vestidos para la ocasión, se dispusieron a acomodar en el estudio una reposera, una sombrilla de colores y hasta una heladerita.
Palpitando el descanso de las próximas semanas, reveló: “Nos vamos de vacaciones. Me gusta, me gusta eso. Bueno, lo típico. Gracias a los anunciantes, nos vamos de vacaciones”. Mientras seguía despidiéndose de su audiencia, le dieron el peor aviso: tiene que realizar el especial con personalidades reconocidas el día domingo.
Darío no es de esas personas que disimulan lo que sienten y, mucho menos, porque no quiere hacerlo. De la enorme sonrisa pasó a una mueca de enojo en apenas un segundo y reclamó: “No Mariana, escuchame una cosa, no me podés decir esto. ¿De verdad tenemos que hacerlo? Mirá como nos vestimos y lo que hicimos. Se supone que nos íbamos de vacaciones”.
Sin opciones y con el semblante angustiado, concluyó: “Me encanta hacer el programa, nos vemos el domingo. Qué placer, disfruto mucho este show. Tengo muchas ganas de hacer el especial famosos del domingo”.