La serie musical de éxito Glee está maldita: sonados han sido los casos de suicidio, drogas, abuso, racismo, posesión de pornografía infantil y hasta violación, que han truncado la vida de algunos de sus protagonistas. El último de los sucesos, la desaparición de la actriz Naya Rivera este miércoles.
Pero además de este extraño suceso, el destino de los protagonistas de Glee cada vez es más espeluznante. Varios de los actores que formaron parte del elenco de este musical murieron en diferentes circunstancias, aparte de que diferentes delitos estuvieron rondando en medio: denuncias por violencia, discriminación, denuncias por pornografía infantil y hackers.
Por un lado se encuentra el terrible final del actor que interpretaba a Noah Puckerman. El joven se suicidó en enero de 2018 luego de haberse declarado culpable de poseer pornografía infantil, un delito que conlleva una pena de entre 4 a 7 años de cárcel y hasta 20 años de libertad vigilada. Anteriormente, el actor había tenido un intento de suicidio en 2017 cuando se cortó las venas, aunque no logró su objetivo.
Por otro lado, la muerte de Cori fue noticia por mucho tiempo debido a su protagonismo en la serie y su relación con Lea Michele, con quien habían planes de casarse. En julio de 2013 el actor fue encontrado sin vida en el hotel Fairmont Pacific Rim de Canadá debido a una sobredosis de heroína. Era de público conocimiento la lucha contra las drogas del actor que interpretada a Finn Hudson en la serie musical. “Tengo suerte de seguir con vida”, había comentado en una oportunidad.
En 2012, Heather Morris sufrió el ataque de los hackers quienes filtraron fotografías de ella desnuda. “Que me sentí humillada es decir poco, mi cuerpo era y aún es parte de mi trabajo y me sentía como si no pudiera ni andar por mi trabajo sin pensar que todo el mundo me lo había visto todo (algunos comentarios sarcásticos de mis compañeros tampoco ayudaron)”, reconoció en un posteo de Instagram.