Diego Ramos es uno de los actores más queridos del ambiente y en las redes sociales, donde se muestra sin remera y enamora a todos con sus abdominales súper marcados. Pero hay otro componente de las fotografías que se lleva todos los Me Gusta.
Son sus perros gigantes, de tamaño “osos”, quienes posan con el actor en su casa decorada solamente con los colores blanco y negro. Los más de 600 mil seguidores de Ramos se derriten cada vez que ven a sus mascotas Porthos y Byron.
Son de raza terranova, uno negro y otro marrón, que aman jugar con su dueño y mañosear hasta captar toda su atención.
Primero, el actor tuvo a Porthos, el perro negro que lo acompañó en varias sesiones en la playa allá por el 2019 y meses más tardes, en mayo, le dieron la bienvenida al cachorro marrón que hoy está del mismo tamaño que su amigo perruno.
Salidas al parque, juegos en el piso, sesiones publicitarias con Ramos y caminatas por el barrio, son las actividades preferidas de los animalitos que parecen osos y que le hacen la vida más feliz a Diego.
Semanas atrás compartió un video en el que muestra la “envidia” que sienten sus mascotas cuando saluda a uno y no al otro. Al acariciar a Byron, Porthos apoyó su pata sobre su antebrazo en señal de protesta. “Bueno, bueno”, se lo escucha decir al artista antes de llenarlos a ambos de besos.
El perro de Iván de Pineda
Quienes también tienen perros gigantescos son Leonel Messi e Iván de Pineda por lo que podríamos decir que tener razas de gran tamaño podría convertirse en una tendencia en el mundo del espectáculo.
El modelo y conductor tiene a Mervyn, un Irish Wolfhound de 5 años que puede llegar a pesar unos 65 kilos y medir 85 centímetros. Muchos dicen que las mascotas se parecen a sus dueños y, en este caso, son idénticos.
Leo Messi y su Dogo de Burdeos
En el caso del futbolista, convive con Hulk desde el 2016, cuando Antonela Roccuzzo le regaló al cachorrito que hoy es más alto que sus tres hijos. Es un dogo de Burdeos que sabe jugar al fútbol y en varios partiditos de Leo con Thiago, Mateo y Ciro se mete para hacer de las suyas.