La ambientación y estilo que ha logrado Dulce Ambición ha sido uno de los aspectos destacados de la telenovela de Telefe.
La magia de la televisión permite que nos traslademos a un mundo nuevo. El desarrollo de una telenovela no requiere solo de una buena dirección de actores, sino que la ambientación tiene un papel fundamental para transmitirnos ese condimento indispensable para completar un todo.
En este caso, los encargados del trabajo artístico y producción de arte de la telenovela hablaron sobre la ornamentación de Dulce Ambición. Aunque no imaginábamos que la parte artística de una telenovela tan exitosa, proviniera de segunda mano.
“Es una casa acogedora, muy familiar. Una cosa muy específica en el escenario son las cortinas. Hicimos una investigación en tiendas de segunda mano en São Paulo, recogimos piezas de los años 20, que ya no existen”, explicó en una entrevista con Globo la directora artística Amora Mautner.
A la nota también se sumaron los productores Valdy Lopes y Bianca Romano , responsables del arte novedoso.
“Como es una historia de esperanza, alegría, optimismo, lucha - especialmente al principio - la traducimos con una estética más formalista por momentos. Es una telenovela realista, cotidiana, pero tiene un tono épico, que está en la naturaleza de los personajes”, explica Amora.
La primera fase de la trama se desarrolla en la ciudad ficticia de Rio Vermelho, en el interior de Espírito Santo. Es allí donde vive la familia Ramírez, bajo el ala de la matriarca Dulce. La ubicación elegida para ser la casa donde viven fue construida en 1912 y está ubicada en el sur de Brasil.
Los productores comentan que las dos familias rivales, que brindan la motivación para la trama de la telenovela, tienen paletas de colores diferentes con el fin de diferenciarlos, no solo en su actuación, sino en su gama de colores.
Los Matheus usan tonos más azulados y oscuros, mientras que los Ramirez usan tonos cálidos y rojizos. “Desde el principio hablamos de la combinación de texturas y estampados. Será así para toda la telenovela y más en este inicio. Hay un mantel de plástico de los años 70, que tiene diseños de melocotón muy coloridos en un súper color naranja”.
Y continúa: “Apostamos por una estética más pop, en el sentido de tener brillo, color, alegría. La forma que tiene, desde la fotografía hasta la paleta de colores y texturas, el director empieza a pensar en todo desde el tono y la dramaturgia que tiene. está ahí.”
En cuanto a las fotografías de la familia, son algo icónicas y fundamentales para la ambientación de una casa antigua. La directora artística admite que intentaron reflejar el paso del tiempo a través de ellas.
“Usamos las fotos de la primera fase a la segunda. María aún es joven, también lo es su hermana, así que hicimos este paso del tiempo exactamente a través de las fotos. La primera es solo Fernanda [Montenegro], luego sus padres y así sucesivamente, yendo a toda la familia, como si la familia hubiera crecido.”