Leo Messi empezó como un chiquilín que tenía que crecer, y en esa etapa recibió el apodo de “Pulga”, aunque después se le atribuyo a cómo lograba liderar la pelota en la cancha. “No te preocupes, vas a ser más alto que Maradona. No se si mejor, pero sí más alto”, le dijo en su momento un médico argentino.
Pero el talento le sobraba y con 17 años debutó en un amistoso, destacando para todo el ambiente del fútbol. Por el 2004, a Leo se lo veía con un corte más de “nene bueno”, pelo largo hasta los hombros y raya al medio. Sin un solo tattoo, lo que lo destacaba de muchos de sus colegas. Hay que admitirlo, todos aceptaban ese estilo solo porque se trataba de él.
La etapa del pelilargo paso, y un día Sansón se cortó el pelo, pero no perdió la fuerza. A partir de 2010, el argentino siempre llevaría el pelo corto, un poco más largo arriba pero casi al ras a los costados. Mucho más cómodo para el juego. Aunque desde 2009, comenzó a aparecer más formal y marcar tendencia cuando se convirtió en embajador de importantes marcas, entre ellas Dolce & Gabbana.
El nacimiento de su primer hijo, Thiago, fue el punto de partida para un amor sin retorno: los tatuajes. Tan aficionado se ha vuelto a la tinta, que Messi ya lleva todo el brazo derecho cubierto y parte de la pierna izquierda. Y parece que va por más.
En 2014, luego de sus 11 lesiones entre 2006 y 2014, el todavía jugador del Barça comenzó a formar una dieta especial asistida profesionalmente, a base de verduras, frutas de estación y agua mineral. Ahí se lo vio tonificar mucho su zona abdominal.
En algún momento entre medio, Messi se sometió a dos cirugías, una rinoplastia y una otoplastia, para mejorar su nariz y orejas. A sus 30 años, y comparando fotos, el cambio es evidente.
Unos años después, realizó un cambio radical con el que sorprendió a todos sus fanáticos. Un rubio platinado en combinación con una abundante barba colorada, incipiente desde hace algún tiempo, pero que resaltaba en contraste con el nuevo color. El futbolista decidió teñirse después de perder con la selección la Copa América Centenario 2016 frente a Chile.
“Metí un cambio para empezar de cero. Venía de muchos líos, de cosas que me habían pasado, y dije: ‘Hay que romper esto y empezar otra vez’”.
Este osado estilo le duró bastante, pero hoy, Leo decide llevar un look más sencillo, tal vez más maduro. Con su tono natural de pelo, a veces más largo y otras más corto, pero sin sobrepasar el límite. Acompaña además con la barba, que no lo abandonó más. Tal vez eligió ir mas a tono con su rol de padre de Thiago, Mateo y Ciro.
En un video que publicó hace un tiempo, promocionando “Becoming Leo Messi”, puede verse el gran cambio a través de los años, y en los momentos en que ganó sus cinco Balones de Oro.