En las últimas horas el cantante El Bahiano mantuvo una descontracturada entrevista a “Estelita”, durante el ciclo que conduce Jay Mammon desde su casa.
En esa oportunidad el artista pudo revelar algunas cuestiones que suelen suceder tras bambalinas y que trascienden al escenario. El Bahiano se sinceró y confesó que muchas veces pasan cosas que los espectadores no comprenden o que interpretan de otra forma.
El conductor no dudó y sagaz le consultó si tenía alguna anécdota al respecto, algo que le hubiera pasado durante un show y que fuera vergonzoso para él.
El cantante ya acostumbrado a los imprevistos de los escenarios no tardó en responder la inquisidora pregunta. De hecho, trajo a colación un evento que tuvo lugar en España, precisamente en la ciudad de Mallorca hace un año.
“Estábamos almorzando con todo el grupete que íbamos a tocar. Me empecé a sentir súper mal, una puntada súper fuerte en la ingle. Un cólico renal, que es súper doloroso”, inició el relato El Bahiano.
Es por eso que de inmediato lo llevaron al hospital más cercano, donde pudo verlo un médico que le suministró una medicación y le indicó reposo absoluto. El cantante le explicó al doctor que no podía guardar cama en el hospital, tal como él le solicitaba, porque tenía que presentarse en un show en pocas horas.
Como una enfermera estaba escuchando lo que sucedía con el médico, le recomendó que no se quedara en el hospital si así se lo pedían. “Mi marido es argentino, así que si el médico te dice que te quedes, no te quedes, vete de aquí”, continuó con el relato el artista en la entrevista.
Ante la insistencia del médico que regresó a verlo a la habitación, El Bahiano le aseguró que si le daba algo fuerte para el dolor se iba de inmediato porque no iba a quedarse. Así fue que pudo huir y presentarse ante el público en la noche.
Ya en el escenario, “¿Qué se me ocurre decir? ¡Buenos noches Marbella!”, dijo el cantante que lanzó en medio de la ciudad de Mallorca. Entre risas recordó la anécdota que no terminó ahí, sino que de inmediato quiso corregir el desatino y les explicó amablemente: “Perdón, es que estoy medicado”, dijo con vergüenza. Pero desde el público reaccionaron ante el fallido saludo y le retrucaron con un “estás re drogado, tío”.