Las historias personales, las luchas y desafíos que cada uno trae consigo es uno de los ingredientes principales de Bake Off.
Conocer personas de todo el país, que sueñan con convertirse en los pasteleros amateurs más aclamados de Argentina, es una de las partes más atrapantes del programa.
En la última semana de la competencia, tanto los participantes como los jurados comienzan a despedirse de la carpa que los acompañó en este largo camino.
Como un regalo que impulsó a los pasteleros a mantenerse arriba en la última etapa de la competencia, el jurado le dio una caja a cada uno y se encontraron viviendo un tierno y emotivo momento.
“Cuando lo abro me encuentro con la foto de mi mamá. Cuando uno está solo acá en Buenos Aires extraña, y a mi mamá que está hace muchos años en el cielo la extraño muchísimo más”, dijo Carlos cuando abrió su caja sorpresa y pudo ver una fotografía de él con su madre.
Las lágrimas no tardaron en aparecer y las voces se comenzaron a quebrar. Abuelos, hijos, hermanos, padres, todos recibieron en su caja a la persona que más fuerzas le dio en la recta final.
“Una foto con mis sobrinos y mi mamá. Los re extraño”, dijo Facundo cuando Paula Cháves le pregunto con qué se había encontrado. “La verdad que esta sorpresa es lo mejor de toda la competencia.”
Por su parte, Emiliano encontró una foto junto a alguien muy especial para él. “Es una foto con mi hermanita, me sensibilizo mucho porque hace mucho tiempo que no la veo y la extraño mucho. Gracias.”
Hernán, serio como es de costumbre encontrarlo, se mostró al borde del llanto y agradeció al jurado por el emotivo regalo a esta altura de la competencia.
“Me encontré con una foto de mi abuelo que era muy importante para mí. Fue como un segundo papá, entonces creo que no hubo persona que me entienda más que él en mi vida. Mi abuelo fue un ser supremo en mi vida.”
Kalia compartió una foto de sus hijos. “Hace un montón que no los veo, pero me acompañan un montón y están felices de que esté acá”, respondió la participante en medio del llanto.
“Yo encontré una foto de la sesión que hicimos cuando estábamos esperando a Juan Leo”, dice Gisela que mostró una fotografía de ella embarazada junto a su esposo.
Finalmente, Ximena encontró una foto con su abuela. “Es una de las personas más importantes de mi vida mi abuela, la extraño bastante y es lindo verla en fotos.”
Tanto los participantes como el jurado y su conductora vivieron la emoción en la carpa. “Ay quiero llorar yo, o soy muy sensible, pero de verdad me conmueve mucho verlos ahí encarando la última semana y entiendo lo que está pasando por su cuerpo”, exclamó Paula Chaves.
El desafío: una foto cookie
La noche de ayer presentó el último lunes que los participantes compartirán en la carpa de Bake Off. Como desafío, los jurados dieron la consigna de que deben preparar una galleta que recree una selfie que los participantes hayan elegido.
“El fondo lo van a ir realizando en diferentes orneadas para que encuentren ese efecto de profundidad y de todos los detalles que van a tener que ir logrando en esta cookie selfie”, dijo Damián como consejo para la primera prueba de la semana tras la eliminación de Paula.
“Lo van a tener que traer en un atril, por lo que la galleta debe estar bien montada”, dijo Dolly, y aclaró: “tiene que estar bien armada porque un error y quedan fuera de la competencia.”
Finalmente, Pamela aclaró que, aunque la prolijidad es lo más importante de esta prueba, “no pueden poner el sabor en un lugar secundario, no descuiden el sabor. Quiero la foto perfecta.”
La prueba terminó dejando a Carlos con el delantal celeste de mejor pastelero y sin ningún eliminado, para sorpresa del público. Emiliano y Facundo se encontraron en la banca de los peores, aunque al encontrarse en igualdad de condiciones, ambos continuarán un día más en la competencia.