El Palacio de Buckingham anunció este sábado que el funeral del príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de la Reina Isabel II y que murió este viernes a los 99 años, será el sábado 17 de abril en el Castillo de Winsdor. Un día después del deceso, se habían dado a conocer varias de las medidas que se llevarían a cabo para la ceremonia.
A causa de la pandemia por coronavirus y las recientes restricciones que se habían impuesto en Gran Bretaña, el funeral para quien fue el príncipe consorte será muy distinto a lo que el pueblo inglés está acostumbrado para despedir a sus soberanos. No habrá procesión fúnebre ni será custodiada por las fuerzas militares. Aun así, se mantendrá un equipo policial para poder controlar a las masas, en caso de que se acumulen para poder presentar sus respetos al Príncipe Felipe.
Para evitar esta situación, se decidió que el funeral real será televisado desde la catedral de San Jorge, aunque por las mismas prevenciones no habrá lo que se conoce como “una capilla ardiente”. El cuerpo permanecerá en la capilla privada del Castillo de Windsor hasta el día del funeral.
En resumen, tendrá un funeral solemne, al igual que el que tuvo la Princesa Diana en su momento. Los funerales de Estado están reservados para la realeza.
El reencuentro del Príncipe Harry con su familia
La realeza británica ha confirmado que el príncipe Harry, nieto de Felipe y la reina, estará presente en la ceremonia. Desde hace cuatro días que el nieto real ha aterrizado en suelo británico para poder asistir, aunque ahora se encuentra en la debida cuarentena en el Palacio de Kensington. Debido a su avanzado embarazo y su hijo pequeño, Meghan Markle no pudo acompañarlo.
Esta es la primera vez que el príncipe Harry se reúne con su familia en más de un año; pues tras abandonar sus compromisos con la Familia Real en enero de 2020 se trasladó a Estados Unidos. Incluso, esta será la primera vez que verá a su familia luego de la controversial entrevista con Oprah Wrinfrey.
En la misma, marido y mujer revelaron algunos escalofriantes datos de la realeza, como cuando se hablaba de la piel de su bebe antes de su nacimiento, sus pensamientos sobre el suicidio y las mentiras que le habían dicho a la prensa.