Lola Latorre no da descanso para quedar en medio de la tormenta. Primero se mantuvo en los tabloides por sus desatinados dichos sobre los temblores de Nacha Guevara y las burlas que quedaron registradas en videos junto a su madre, Yanina Latorre, y Lucas Spadafora. Cuando todo parecía haberse calmado y Lolita casi era “perdonada” por la audiencia, trascendió el hecho de que la joven había asistido a una fiesta clandestina en una quinta de Mercedes el viernes 30 de octubre.
La producción del Cantando 2020 decidió mantenerse en el limbo, aunque con anterioridad se había expulsado a Pablito Ruiz por la misma razón. Pero con Lola no se tomó tan drástico castigo, sino sólo una suspensión de dos semanas. De la Justicia fue imposible escapar, hasta que terminó notificada por inclumplir las normas que rigen actualmente a causa de la pandemia por Covid-19, que prohíbe las reuniones de más de diez personas. Este encuentro tenía más de 500 personas.
Además de todo lo que tambalea hoy en la vida de la joven, se conoció la noticia de que no todo marcharía bien en su relación de tres años con Jerónimo González Chaves. La crisis tocó la puerta de un amor que se veía muy fuerte por las redes de la hija de Yanina.
Las razones parecen ser varias. Primero, el escándalo habría hecho surgir algunas peleas entre la pareja, cuando Jerónimo le recriminó a su novia por su irresponsabilidad, por el solo hecho de presentarse en la fiesta, aunque solo fuera para buscar a su amiga. Segundo, la gran exposición de Lola comenzaría a afectar su relación, en parte por la ansiedad que genera en la morocha y, por otra parte, por la presión mediática que viven constantemente.
Según lo dicho, Jerónimo prefiere un perfil bajo y una vida más “normal”. A pesar de que se conocen desde los 14, compartieron colegio e iniciaron su historia de amor en 2017, podrían ser los medios y la sobre exposición de Lolita lo que ha generado la primera ruptura en tres años.