El súper agente 86: historia de un torpe espía que conquistó el mundo pero traicionó a su propio creador

Sin pensar en la fama a la que llegaría mundialmente, aquí te contamos detalles de su creación y desarrollo.

El súper agente 86: historia de un torpe espía que conquistó el mundo pero traicionó a su propio creador
Maxwell Smart, el Súper Agente 86.

El súper agente 86, la ficción protagonizada por Don Adams y Barbara Feldon, y creada por Buck Henry y Mel Brooks, marcó un quiebre en el mundo de la TV y reflejó con ironía e inteligencia el mundo de los agentes secretos. En medio de una guerra fría, este título logró un enorme éxito e hizo de Maxwell Smart uno de los grandes iconos de la pantalla chica.

El agente 86 y la 99.
El agente 86 y la 99.

En los sesenta, el espionaje se encontraba en pleno auge. En ese contexto, los ejecutivos Dan Melnick y David Susskind, se reunieron con Mel Brooks y Buck Henry para trabajar una idea vinculada a ese género. El germen lo había planteado el propio Melnick, y sobre esa charla inicial Henry recuerda: “En un maravilloso ejemplo de lo que significa que te bajen línea de forma directa, simplemente me dijeron ‘¿Te diste cuenta que los dos mayores éxitos de la industria a nivel mundial son Bond y Clouseau? Entendés lo que te pido, ¿no?’ Y respondí que sí, que claro que lo entendía”.

Henry se puso a trabajar junto a Mel Brooks en el proyecto. El prestigioso director de El joven Frankenstein tenía muy claro qué tipo de programa quería hacer, y en una entrevista comentó: “Estaba asqueado de tantas comedias sensibles, que realmente distorsionaban la vida. Quería hacer era una comedia absurda que hablara de algo que no fuera una familia. Y nadie había hecho jamás un programa centrado en un idiota, así que yo decidí ser el primero”.

Poco tiempo después, los lineamientos generales de El súper agente 86 estaban pautados. El protagonista de la trama era Maxwell Smart, un torpe (pero curiosamente eficiente) agente de Control, una agencia gubernamental secreta que luchaba contra Kaos y otros villanos que buscaban concretar todo tipo de planes malévolos.

El agente 86, la 99 y el Jefe.
El agente 86, la 99 y el Jefe.

El guion del episodio piloto estaba terminado, y la confianza en el producto era muy grande, pero no fue tan fácil que el proyecto recibiera luz verde.

Sobre eso, Buck Henry explicó en una entrevista: “Escribimos la serie contratados por la señal ABC, pero apenas lo leyeron, comenzaron a pedir muchas modificaciones. Y después nos pedían más y más correcciones. Hasta que un día finalmente nos dijeron que no podían proponerle este tipo de material a las familias que se sentaban a mirar televisión durante la cena. Creo que pensaron que la historia era antiamericana”.

Algunas de las exigencias por parte de los ejecutivos del canal era darle a la trama un aire más familiar, pidiendo que Max tuviera una madre, algo que para Brooks era innegociable. Con el proyecto huérfano, todo indicaba que El súper agente 86 jamás iba a realizarse, hasta que apareció en escena NBC.

Originalmente, Mel Brooks y Buck Henry habían escrito el piloto pensando en Tom Poston como el Maxwell ideal. “Con ese actor en mente, el piloto tenía un humor mucho más físico, en la línea de Buster Keaton” recuerda Henry, pero al momento de sentarse a negociar con la NBC, el canal les exigió que el protagonista fuera Don Adams, un popular comediante al que estaban buscándole una serie propia. Adams en ese momento trabajaba en El show de Bill Dana, en donde interpretaba a un torpe detective muy similar al agente 86.

Con Don Adams a bordo, los guionistas encontraron que el actor les brindaba una nueva manera de hacer comedia, alejándose del gag físico que originalmente iba a caracterizar a la serie. Sobre el estilo de Adams, Buck comentó: “Muchos de los chistes recurrentes fueron idea suya. La frase ‘¿Me creería usted si le dijera.?’ era algo que trajo del sketch que hacía en su programa anterior”.

Finalmente, el 18 de septiembre de 1965 se estrenó “Mr. Big”, el piloto de El súper agente 86, un capítulo que se convirtió en el inicio de un programa que pronto se convirtió en un descomunal éxito.

La pareja de agente se ganó fama mundial.
La pareja de agente se ganó fama mundial.

El piloto de la serie no solo le permitía a Don Adams lucirse en la piel de su caricaturesco personaje, sino que también presentaba a la agente 99, interpretada por Barbara Feldon. La actriz y modelo había ganado cierta popularidad por su trabajo en publicidad, y había aparecido en algunos episodios de El agente de CIPOL. Pero a pesar del entusiasmo de los guionistas por sumarla al proyecto, Feldon estaba algo reticente a comprometerse con ese rol. Por ese motivo, firmó un contrato por solo cuatro episodios, una verdadera particularidad. Luego de grabar el piloto, su postura cambió y aceptó gustosa extender su compromiso.

Eran muchos los misterios rodeaban a la inteligente espía. La 99 no tenía nombre, no tenía un pasado ni familiares, nadie sabía nada sobre ella. Sin lugar a dudas, esa era parte de su mística, y en una oportunidad Feldon explicó: “Ella era como un dibujo animado de una gran calidez, no se sabía su nombre ni su trasfondo. Seguramente que al ser contratada por Control debía tener algún tipo de pasado, aunque eso era Top Secret. Pero ni por un minuto me detuve a pensar en cuál era su historia. Ella solo estaba interesada en adorar a Max, así se comportaba. Nada más importaba. No había espacio suficiente para pensar en un pasado o en un futuro. Para ella todo giraba en torno a Max”.

La otra gran estrella del ciclo era el Jefe, interpretado por Ed Platt. El actor de Hollywood era un verdadero lujo para el programa de televisión, y su currículum estaba formado por importantes producciones de cine dirigidas por nombres como el de Alfred Hitchcock. Con un trío de intérpretes excepcional, y con un equipo de guionistas sólido, El súper agente 86 no tardó en conquistar al público.

Para mediados de los sesenta, el programa era un éxito gigantesco. Maxwell Smart era una fiebre mundial, se publicaban historietas, novelas, Andy Warhol llegó a dibujar la tapa de una TV Guide con el retrato de la 99, a medida que los premios Emmy reconocían a Don Adams como Mejor actor, a Buck Henry como guionista o incluso a la serie como mejor comedia. Pero el éxito no dura para siempre, y mantener el elevado piso de calidad que tenía la ficción, fue una tarea que no se sostuvo demasiados años.

Luego de la primera temporada, Mel Brooks se alejó del equipo para continuar su trabajo en cine, y con el tiempo lo mismo sucedió con Buck Henry. De esa forma, el comienzo de la cuarta temporada en septiembre de 1968, marcó el inicio de una acelerada caída en términos artísticos. La trama romántica entre Max y la 99 ocupaba cada vez más espacio, al punto de casar a los protagonistas, una decisión que no logró recuperar el interés del público. Sin ninguna solución posible a la vista, en marzo de 1969 se emitió el episodio 26 del cuarto año, y NBC canceló la serie.

La pareja se casó y tuvo hijos.
La pareja se casó y tuvo hijos.

En ese momento llegó al rescate la CBS, que le dio al producto una temporada más al aire con la intención de resucitarla, pero de poco sirvió el intento. La quinta temporada acentúo más aún el vínculo de pareja entre Max y la 99, y hasta los convirtió en padre y madre de gemelos. De esa forma, El súper agente 86 cometía la mayor de las traiciones: virar hacia una comedia familiar de esas que tanto rechazaba Mel Brooks cuando ideó el programa. En ese punto la ficción ya había perdido tanto su identidad como su público, y el 15 de mayo de 1970 y luego de 138 capítulos, El súper agente 86 llegó a un final.

La popularidad de la serie duró mucho más que los cinco años en los que fue televisada originalmente.

En Latinoamérica, y gracias a su enriquecedor doblaje, la serie fue uno de los grandes shows de los setenta, los ochenta y hasta parte de los noventa, y la fiebre por Maxwell Smart aún es palpable en generaciones que la disfrutaron de niños. En los años posteriores al final de la comedia, Don Adams disfrutaba del cariño del público y realizaba algunas reapariciones como Max en comerciales, a la vez que le prestó su voz al Inspector Gadget, un dibujo animado también protagonizado por un torpe agente secreto. En 1980 y en 1989 se estrenaron sendos largometrajes de El súper agente 86, pero ninguno de los dos logró captar demasiada atención.

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