La noche de miércoles de beneficio de MasterChef Celebrity 2 tuvo más de un evento significativo. Después de la coreografía con aires flamencos con que los jueces sorprendieron a sus participantes, hubo uno o dos accidentes que acapararon la atención a causa de su gravedad. A pesar de que los participantes siempre mantuvieron el buen humor, en realidad son peligrosos eventos que pueden arruinar a una cocina... o al mismo chef.
La primera en asustar a todos sus compañeros fue Andrea Rincón, que cuando se proponía a ganar el desafío de los champignones, terminó teniendo un tremendo corte con la lata. Los jueces les proponían que armen pinchos de champiñones de solamente dos unidades directo de la lata, pero cuando la actriz intentó abrir la primera, se terminó cortando.
“Chocolate (por la sangre) por todos lados, y a mí me impresiona y a mí me da mucha impresión la sangre”, dijo Rincón sin poder mirar mientras el enfermero la ayudaba a vendar la herida. “Llego a ganar con este pedazo de dedo que me falta…”, y su deseo fue cumplido, porque a pesar de la pérdida, fue la participante que más pinchos logró. Incluso recibió cariñosos consejos de Germán Martiegui.
Pasado este evento, le siguió el turno a Daniel Aráoz. El participante se proponía flamear parte de su plato y se sentía envalentonado por la anterior escena hecha por Alex Caniggia en episodios anteriores. “Mirá lo que hago, para vos”, le dijo a una asustada Cande Vetrano, que se encontraba en la isla siguiente. Cuando la enorme llamarada salio disparada para arriba y no muy lejos de su cara, la actriz no pudo ocultar su preocupación: “Estás loco Daniel, no hagas eso. Siento que si lo sopla le va a volver peor”.
“Esto lo aprendí en Masterchef. Acá, lo dominamos”, dijo orgulloso de su hazaña. Por suerte para él, tanto show no fue en vano, ya que el jurado quedó muy satisfecho con los resultados y se salvó de la gala de eliminación.
La honestidad cruda de Germán Martitegui con el Loco Montenegro
A pesar de que los accidentados terminaron teniendo de sus mejores noches, hubo un participante con el que el jurado fue inflexible. Le tocaba el turno al Loco Montenegro, que aunque confesó que en España “se comió todo”, la memoria no lo estaba ayudando. Y evidentemente Martitegui no quedó para nada conforme con lo que presentó.
Su decisión respecto a las anchoas fue el gran error para el chef: “Es muy invasiva. No solo tapa el sabor del langostino, sino que necesitás tomarte un vaso de agua o tomarte algo… que si es caro mejor porque al restaurante le conviene…”, le dijo.
Pero la cruda verdad le pegó al participante cuando le consultó si lo contrataría. “No, porque yo trato de no engañar a los clientes”, fue su respuesta.