Sin dudas, Germán Martitegui es una de las figuras más enigmáticas de la tv en estos momentos. Se sabe que es medio gruñón como jurado de MasterChef, que cocina como los dioses, que tiene dos hijos por subrogación de vientre, que tiene una casa en el Tigre, que su restaurante está considerado uno de los mejores del país... pero no mucho más.
Es que este chef se encuentran envuelto en un halo de misterio y saber algo más de sus orígenes ayudará a conocerlo un poco mejor y a empezar a responder esa madeja de preguntas que se acumulan alrededor de su cautivante personalidad, según Paparazzi.
Junto al simpático Donato di Santis y al intrigante Damián Betular, Martitegui integra el rígido y estricto jurado de MasterChef Celebrity, el programa más visto de la televisión argentina.
Martitegui es uno de los que más gente acerca. Y en una entrevista que brindó para el noticiero de Telefé contó un poco de su infancia y de sus primeros años que transcurrieron en Necochea, a unos 600 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, en el litoral costero de la provincia.
“Guardo los mejores recuerdos de esa época, de esos años. Los amigos, los juegos, el campo, la escuela. Mucho aire libre. Teníamos 4 meses de verano con la playa toda para nosotros, así que imaginate cómo la pasábamos” confesó el propietario del restaurante Tegui.
“Mi familia es vasca. Y sí, como dice la película, tengo ocho apellidos vascos, je...” destacó Martitegui, quien además informó que “Incluso, Necochea es un nombre vasco. En Necochea está una de las comunidades vascas más grandes de la Argentina, y a nivel mundial también”.
En esas circunstancias, en ese lugar y entre sus familiares, comenzó a vincularse con los placeres y los manjares de la cocina. “Mis dos abuelas cocinaban muy bien, mi abuelo hacia unos asados espectaculares y toda mi familia se juntaba alrededor de la comida” contó.
“A las manos de mi abuela las recuerdo como la imagen de alguien que trabajaba mucho en la cocina. Amasando, revolviendo algo, mezclando ingredientes, buscando sabores. Si, era así” recordó Martitegui al borde de la emoción.
¿Pensaron que el misterio se había terminado? Pues no. Como en una serie que siempre promete más acción para el próximo capítulo, Martitegui entregó su cuota. “Tengo una conexión con algo superior, evidentemente, y además hago mucho yoga todo lo que puedo. Sí, medito todas las mañanas”.