Diego Maradona fue operado el pasado martes de un hematoma subdural en la cabeza y si bien se encuentra estable, esperan por su evolución. Allí, las hijas del Diez, Dalma y Giannina Maradona, se hicieron presentes y fueron abordadas por la prensa que intentaron fotografiarlas y hablar con ellas. Las jóvenes pidieron a la prensa que se hiciera a un lado para poder ingresar, y no realizaron declaraciones.
Horas más tarde, la menor de las hermanas se manifestó en Instagram y expresó su bronca con la prensa, disconforme con su manera de trabajar. “¡Déjenme en paz! Déjenme ser hija. ¡Por favor se los pido! Lo que hacen es acoso, mi cara va a ser la misma todos los días y jamás voy a decirles ni ‘a’”.
En ese sentido, continuó: “Dejen de golpear la camioneta y ponerse delante para después decir que soy culpable de que los pisé. Por favor, empaticen. ¡Su derecho termina donde empieza el mío!”.
Luego, el periodista Pablo Layus publicó en su cuenta en Twitter un video con la llegada de Gianinna al centro médico y aseguró que la joven “se enojó” y que “se entiende” su reacción. A lo que ella respondió: “De verdad, Pablo, que ya nada me enoja. Hace cuatro días que es la misma historia. No hay nada nuevo para mirar adentro de la camioneta y hoy pasaron mi patente al aire. ¿Eso se puede?”.
Alfredo Cahe, ex doctor del Diez, convocado el mismo martes por el médico personal de Diego, Leopoldo Luque, realizó declaraciones a distintos medios sobre su situación: “Toda la familia está de acuerdo, las hijas, las hermanas, en que así Diego es inmanejable y se va a deteriorar cada vez más. Hay que tomar el toro por las astas y ponernos firmes, buscar los mejores profesionales. Diego está como cuando yo lo llevé a Cuba”.
Y advirtió que el ex futbolista debe realizar un tratamiento para dejar el alcohol: “Ahora lo tenemos sedado, dormitando un poco. Uno ya tiene experiencia de tantos años anteriores y sabemos todos los pasos que hay que transitar. Él se quiere ir. En cuanto toma una lucidez total y le bajamos la medicación, se quiere ir”.
“Ahora hay que limpiarlo a Diego y después veremos. Estamos en la etapa de limpiarlo totalmente”, detalló Cahe, quien aclaró que Maradona “sigue siendo un paciente muy complicado” y que una vez que abandone la Clínica Olivos necesitará tener “asistencia permanente”, aseguró.
