Hay personas a las que su mal carácter las gobierna y si de verdad no hay algo que mantenga su atención, prefieren ignorar. Y todas ellas son de Géminis, el signo más antipático del zodíaco.
Los geminianos son de armas a tomar, cuando están concentradas en lo suyo, difícilmente se toman el tiempo para prestarle la atención adecuada al resto; si hay algún problema, lo van a evadir argumentando que apenas pueden solucionar su vida.
Pueden encantar con su carácter amoroso y tierno pero también muestran su lado más malvado. La mala fama de tener dos caras se la han ganado, sobre todo, por sus cambios de humor tan drásticos.
Se aburren fácilmente, por lo que siempre están planeando una nueva aventura, formas de divertirse y algo que mantenga su atención el mayor tiempo posible.
Son duros y su sentido del humor es más que negro; a los geminianos, eso de los límites no existe, entre más bromas e insultos hagan mucho mejor.
Es posible que su personalidad fría ponga a prueba a los que están a su alrededor dado que les cuesta mucho trabajo establecer vínculos emocionales; no son de los que entregan el corazón a la primera y mucho menos hablan de su vida personal.