A finales de la semana pasada, Jorge Rial anunció por sus redes que luego de un angustiante proceso de espera, había decidido viajar a Miami para vacunarse contra el coronavirus. “La espera de un turno era larga y tediosa. Pero se bancaba. Incluso con el enojo de mi familia”, decía en su largo comunicado. Al final, había sido la actitud de Carlos Zanini lo que lo llevó a decidir “no dejar en manos de los políticos mi salud”, como explicó en Twitter.
Luego de que su decisión pasara por la opinión de muchos programas, Rial contó que actualmente ya es vacunado y que us turno había sido el mismo sábado a la mañana, en el campus de la Universidad de Miami. “No hace falta anotarte, te piden algunas preguntas sobre salud, y vas a una segunda carpa que se divide en dos según la vacuna que elegís. Tenían la Pfizer y la Johnson, yo elegí la Johnson porque es una sola dosis”, explicó el conductor.
“Te vacunan los marines, vestidos de fajina. Te sentás y te pinchan. Te dan el certificado y esperas 15 minutos para irte”, dijo dando detalles de el proceso de vacunación. Desde el piso de TV Nostra, con quienes se estaba comunicando, le consultaron por los efectos colaterales, pero más allá de un poco de fiebre en la primera noche, no tuvo nada más. “Lo que sí siento es un gran alivio, de sacarme una mochila de encima”, explicó el padre de Morena Rial.
El miedo lo hizo cambiar de opinión
“Yo me vacuné por miedo. Me cagué en las patas, de verdad sentí que si me pegaba, me mataba”, reconoció sin pelos en la lengua, especificando que lo que lo diferenciaba de sus colegas del medio que se habían vacunado era que confesó su decisión, retractándose. “A mi familia la tenia agarrada, las puse en peligro, y no se lo merecen ni mi mujer, ni mis hijas, ni las hijas de Romina, ni mi nieto, ni mis compañeros, y mirá que me cuidaba, pero llegó un momento en que entré en pánico”, señaló.
Por su parte, Romina Pereiro confesó que en un momento llegó a convertirse “en un ogro” por querer cuidar a su marido. “La verdad es que la estábamos pasando mal. Él, yo, la familia. Todos. Estábamos muy nerviosos. Me convertí en un ogro en un punto”, confesó a Revista Paparazzi. “Ya estaba muy preocupada. No soy de ser así, pero de alguna manera quería cuidarlo y por suerte lo convencí para que vaya”, dijo feliz sobre la decisión final de Rial.