Cuando uno entra al perfil público de Instagram de Juliana Awada no ve nada referido a política ni a su periodo de primera dama cuando Mauricio Macri ocupaba el sillón de Presidente de la Argentina. La empresaria se muestra siempre conectada a sus raíces, su familia, pero también a la moda y a la jardinería.
La morocha que siempre se ve divina y elegante con los looks que elige, tiene casi 2 millones de seguidores virtuales y a todos ellos les regala recetas de distintas comidas como los desayunos naturales realizados con ingredientes de la huerta que armó en su casa.
A ella le encanta la jardinería y según sus fotografías, con sus propias manos arregla el jardín verde y frondoso que tiene en su propiedad. Suele compartir aventuras fuera de Buenos Aires junto a su esposo y su hija Antonia y también, adelanta diseños que son tendencia del otro lado del mundo.
Como para el Abierto de Polo de Palermo que Awada eligió asistir con maxi vestido de lino con en la zona de las piernas, de color blanco, con breteles delgados que resaltaron sus hombros. El diseño es de autoría de la marca argentina El Camarín.
Jualiana Awada y su pasión por las huertas en casa
Al mirar las postales que Juliana sube al mundo virtual, advertimos que es una fanática de la naturaleza, las plantas y los frutos de la tierra que ella misma pueda cosechar. Le encanta pasar horas arreglando plantines, cambiando de lugar cajones con brotes y hasta sumando nuevos integrantes a su mundo al aire libre.
Se trata de gallinas que le darán huevos pastoriles; “Nuevas gallinas. Gracias”, escribió en historias junto a la postal donde se la ve sosteniendo al ave junto a los emprendedores que le llevaron a los animales. La producción de estos huevos está en auge a nivel mundial.
Además, ese mismo día en que recibió a las gallinas, Juliana hizo un recorrido en las historias por el espacio dedicado a las aves; unos gallineros de gran tamaño para que se desplacen con tranquilidad.
Y al caer la tarde, la esposa de Macri mostró una vista panorámica del entorno verde de su vivienda, bajo una luz especial por la puesta del sol. “Mi jardín”, escribió sobre la toma que deja a la vista frondosos árboles y una línea colorida de agapanthus que se extiende hasta una cómoda galería exterior con sillones.