Tras meses de cancelaciones, Disney sorprendió con una gran premiere para uno de los estrenos más esperados del años. Cruella, ahora también disponible en streaming, tuvo su presentación formal en salas en el Capitan Theatre en Hollywood, en un evento donde solo participaron los protagonistas, productores y equipo de set.
Además de las fotos promocionales de todo el elenco, la puesta en escena fue lo que sorprendió hace una semana, cuando el 20 de mayo se pudo ver en vidrieras en vivo los diseños armados en exclusivo para la película.
Las fotos del elenco y la producción fueron muy buscadas, incluyendo el atuendo que Emma Stone (ganadora del Oscar por “La la land”), la protagonista, había elegido. Un sobrio esmoquin, adornado con elegantes broches de oro y el cabello suelto.
La acompañaban, entre otros, la actriz Kirby Howell-Baptiste (“Killing Eve”), Emma Thompson (ganadora del Oscar por “Howards End”, 1992) y el director Craig Gillespie (“Yo, Tonya”). Pero fueron las fotos de los sorprendentes vestidos del film lo que se llevó la atención.
Desde el impresionante traje de noche rojo que se puede ver en el trailer a un renovado traje con detalles del estampado de dálmatas. La super producción es en definitiva para la moda presentada en la película.
Jenny Beavan, la responsable del armario de la villana
Es increíblemente talentosa y la mano maestra tras muchos de los vestuarios más famosos del cine, así como de vestidos soñados diseñados para las premiaciones. Jenny Beavan es la diseñadora elegida para darle vida a la locura creativa de Cruella. Por la película Emma (1996), una de las adaptaciones de la novela de Jane Austen, también de época, se llevó un Emmy.
La figurinista tiene también dos Oscar, por “Mad Max: Fury Road” (2016) y “Una habitación con vistas” (1986), hoy brilla con el despliegue de moda de Cruella.
La diseñadora confesó que la cinta fue todo un reto, porque se puso fuera de su zona de confort. A pesar de que los ‘60 y ‘70 fueron una época conocida para ella, confiesa que en aquel entonces todavía no se interesaba por la moda. Uno de sus puntos calves fue buscar el contraste de los personajes de Thompson y Stone a través de los colores, blancos y rojos respectivamente.
Su traje preferido de la película es el de pétalos rojos, idea que surgió luego de que Jenny visitara una tienda vintage. La falda de pétalos rojos está confeccionada a mano y tiene más de 300 metros de tela. De hecho, el primer diseño debió ser reemplazado por uno de tela más ligera, porque la actriz no podía moverse.