Desde su regreso, Sol Pérez ha ido conquistando poco a poco cada rincón de MasterChef Celebrity 2, desde los jurados con sus platos como al público con su presencia. Es más, muchos ahora apuestan por ella como uan de las finalistas seguras para la final del reality culinario. En la última gala, la periodista hizo una sorprendente entrada, que dejó a más de uno con la boca abierta.
Ya es bien sabido que la habilidad física es uno de los fuertes de la rubia, sus videos de entrenamiento por las redes pueden confirmarlo. Pero nadie sabía de un talento oculto que tenía y que mostró con mucha habilidad en el inicio del programa. Porque cuando las puertas se abrieron, Sol ingresó al estudio a toda velocidad y haciendo piruetas sobre unos patines artísticos, de esos que son de cuatro ruedas y más difíciles de manejar que los comunes. “Entro patinando, espero no patinar en la cocina”, dijo ella en el backstage.
Donato De Santis, Damián Betular y Germán Martitegui quedaron sorprendidos, así como todos los televidentes que veían el inicio del programa con una innovación. Sol hasta se animó a realizar una paloma, un truco de patinaje artístico que consiste en levantar una pierna hacia atrás.
El accidente en plena cocina
La suerte no la acompañó toda la noche, porque casi se prende fuego cuando trataba de armar su plato. La participante puso unos tomatitos cherrys en la sartén e inesperadamente saltó una enorme llamarada. “¡Casi me incendio!”, dijo con cara de susto. “Me enseñaron que cuando pasa eso hay que tirar un repasador, pero en ese momento no tenía”, explicó cuando se acercaron a ayudarle.
Al final, la ex chica del clima se mostraba segura al presentar su plato, una pizza con polpetta de búfala, panceta, albahaca, berenjena ahumada, rúcula y tomates explotados. “Estoy chocha. Me encanta todo lo que le puse y espero que lo sientan ellos...¡Hice la berenjena ahumada!”, dijo.
La devolución fue con la aprobación del jurado. “Me encanta la cara de contenta que pone, es espectacular”, dijo De Santis cuando iniciaban a probar y luego elogió su manejo de la masa. Mientras Betular confesaba que era “de mis preferidas”. Con tanto elogio, era casi evidente el resultado: la estrella de oro que se llevó en el pecho.