Un juez de la Corte Superior de Los Ángeles ha denegado una petición para destituir al padre de Britney Spears como tutor del patrimonio de la famosa cantante estadounidense. La decisión se tomó a partir de una solicitud del abogado de la cantante, realizada en noviembre del año pasado y no fue el resultado de la audiencia de la semana pasada, en donde la vocalista denunció que la tutela de su padre “es abusiva.”
Hace siete meses la artista exigía a través de un pedido que un fondo llamado Bessemer Trust se convirtiera en su único responsable, pero la Justicia se lo denegó. “La solicitud del curador de suspender a James P. Spears inmediatamente después del nombramiento de Bessemer Trust Company of California como único curador de la herencia se niega sin perjuicio”, indicaron los documentos judiciales publicados ayer, según el sitio especializado Variety.
De esta manera, el fallo estima que el patrimonio de la estrella del pop debe seguir siendo controlado y conservado en parte por su padre, James Spears. La fortuna de Britney está calculada en unos 60 millones de dólares. Según la decisión judicial, la cantante es “sustancialmente incapaz de administrar sus recursos financieros o de resistir el fraude o la influencia indebida”.
La semana pasada, Spears se dirigió públicamente a la Corte por primera vez durante su tutela que ya lleva 13 años, y aseguró que su padre disfruta controlando su vida y comparó la tutela con la esclavitud, diciendo: “En California, lo único similar a esto se llama tráfico sexual, hacer que cualquiera trabaje en contra de su voluntad, quitarle todas sus posesiones, tarjeta de crédito, efectivo, teléfono, pasaporte”.
Además, la cantante recalcó su deseo de recuperar su vida: “Quiero solicitar el fin de la tutela. Esta tutela me está haciendo más daño que bien. Me merezco tener una vida”, dice en el testimonio de los pasados 13 años.
Por su parte, James Spears pidió en las últimas horas al juzgado angelino que investigara las denuncias formuladas por la artista en su declaración de la semana pasada.
El tutor de la estrella entregó el martes por la noche unos documentos en los que asegura que no ha tenido poder sobre Britney en los últimos años y solicitaba que se investigaran sus “alegaciones serias sobre trabajo forzado, terapia médica forzada, cuidado médico inadecuado y privación de derechos personales”, muchas de ellas vertidas contra él mismo.
