Adele es una de las cantantes más talentosas y en los últimos días, la atención sobre ella estuvo puesta en su figura. En el día de su cumpleaños número 32, compartió una postal suya en la que evidenciaba un notable descenso de peso. ¿Qué hizo? se preguntaron muchas personas y hoy te contamos varios métodos que las estrellas utilizan, muchas veces, para cumplir con mandatos del ambiente.
La entrenadora Camila Goodis confió que la artista había perdido 40 kilos al seguir dos fórmulas: una rutina de actividad física cumplida con rigor y la dieta Sirtfood. Es un régimen que indica consumir 1000 calorías durante los primeros días a través de alimentos de poco valor energético. Luego dos semanas de mantenimiento con un aumento a 1500 calorías.
Al conocerse esto, muchos especialistas criticaron a este plan milagroso que también tiene a Madonna como adepta. “Con una restricción calórica se van a mejorar las sirtuinas -que estimulan la longevidad y son la base del concepto Sirtfood-, o mejorar la expresión, pero todos los tratamientos deben ser personalizados y, ya sea para mejorar la calidad de vida o para bajar de peso, hay que mirar todo el contexto”, advirtieron.
Destacamos que la consulta con un profesional resulta imprescindible, sea cual sea la dieta que se pretenda seguir.
Otro caso sorprendente por el cambio físico fue el de la actriz Rebel Wilson. En 2016 ella declaró que la obesidad fue su aliada y que logró un despegue en su carrera cuando decidió aumentar kilos: “Mi talla es una ventaja, mientras que tantas mujeres lo ven como una desventaja”.
Pero hace unos días, se viralizaron postales de la australiana disfrutando de una playa mexicana con su novio, en las que se nota una gran pérdida de peso. Rebel buscó el asesoramiento de un equipo de nutricionistas y entrenadores, y siguió un plan saludable.
Se trata del método Mayr el cual plantea corregir hábitos nocivos. Deja el azúcar de lado y los lácteos no son prioridad mientras que se eligen alimentos integrales, proteínas con poca grasa y verdura. Además, Wilson complementó su alimentación con ejercicios que le indica su personal trainer, Jono Castano.
En sus redes se ve que hace boxeo, CrossFit y cardio. A los 40, Rebel perdió unos 25 kilos y sigue siendo una actriz muy requerida.
Renée Zellweger, de 51 años, tiene algunos puntos en común con su colega de Australia. Sus cambios de peso están relacionados a su trayectoria. Cada filmación le demanda un cambio en su aspecto físico asociado a la balanza. En la primera película de “El diario de Bridget Jones” tuvo que aumentar 13 kilos y para la segunda tuvo que comer 20 donas por día durante más de un mes. Y en 2004 mostró una delgadez extrema causada por trastornos alimenticios.
“No estoy afrontando una situación médica relacionada con mi peso en la que tenga que prestar atención”, comentó en una entrevista. La artista realiza una práctica nada recomendable: chupa un cubito de hielo cuando tiene hambre. Una técnica que tienen que realizar, no es aconsejable.
Demi Moore es otra de las mujeres de la industria cinematográfica que sufrió problemas alimenticios. Ponerse en forma para “Cuestión de honor” le significó poner “marcha la obsesión por entrenar” y con “Propuesta indecente” todo empeoró; ella reveló: “Aumenté mi ya excesiva rutina de ejercicios. Reduje los hidratos de carbono, me puse a correr y a andar en bicicleta, y me ejercité en todos los aparatos imaginables”.
Hoy, con 57 años, Moore permanece firme a los mandatos de la raw food, que consiste en elaborar los alimentos a una cocción que no supere los 45 grados, es decir, prácticamente crudos. Es un estilo de vida que pretende conjugar el nivel físico, mental, emocional, espiritual, social y medioambiental.