Lautaro Martínez es una de las revelaciones del fútbol, en un año donde todo estaba parado, el jugador logró asegurar su lugar en un club italiano, el Inter, que acaba además de salir campeón y llevarse la copa. Lleno de felicidad por sus logros laborales, el joven jugador cuenta que su vida cambió hace cuatro meses, cuando junto a su novia mendocina, Agustina Gandolfo, recibieron a su primera hija juntos.
Padre primerizo y novio enamorado, son las otras facetas que se le suman a su perfil de jugador apasionado. Hace poco, parecía que finalmente iba a poder volver al país, con destino a Mendoza para visitar a los Gandolfo junto a su novia y Nina. Pero sus planes se vieron truncados cuando debió quedarse en Ezeiza junto a los otros futbolistas de la selección.
“Sé que por un mes y medio, si las cosas le van bien a la selección, voy a estar sin verla. Al principio el tema me tuvo un poco triste, me costaba aceptarlo, la idea me daba vueltas... Pero mi familia sabe que voy a representar al país, y que es lo que amo hacer”, explicó cuando fue contactado especialmente por La Nación.
“Hace más de un año y medio que no puedo ir a Bahía Blanca, que es mi lugar. Donde respiro, donde cargo energías, donde comparto con mis amigos. Y ahora tampoco podré ir. Yo le digo a Agustina, medio en chiste y medio en serio: ‘El día de mañana vamos a vivir en Bahía Blanca’. Es mi lugar en el mundo”, contó sobre el amor a su provincia de origen.
Agustina Gandolfo en Mendoza y junto a Nina
Mientras tanto, Agustina espera a su novio en Mendoza, la provincia que la vio crecer. De hecho, llegó el pasado 24 de mayo y dio anuncio por sus redes. “Después de 24hs de viaje, 3 vuelos, 1 bebé, 1 perro y 10 años de vida menos, llegamos”, escribió la joven mostrando una foto con su beba en el avión. A pesar de que Lautaro no podía moverse, la joven madre vino más de una vez a Mendoza a visitar a su familia, hasta festejó su Baby Shower en la provincia.
Poco a poco, ellos se han ido consolidando como familia y aprendiendo sobre como ser padres. La mayoría de las fotos de Instagram de ella ahora son con Nina.
Por parte de él, confiesa que toda su vida ha cambiado, madurado en cierto punto. “Nina me da tranquilidad”, explica.
“Toda mi vida cambió. Cambié mi manera de vivir las cosas, no solo en mi casa. Me hace madurar. Pienso todo dos o tres veces, estoy mucho más tranquilo. Incluso en la cancha: antes me perdía partidos porque me amonestaban fácil, por protestar. Hoy bajé un cambio”, confesó en la entrevista a La Nación.