Este viernes, Nicolás Occhiato realizó un vivo en Instagram junto a Andy Kusnetzoff, quién recordó algunos de sus mejores momentos como notero de CQC, el trabajo con el que saltó a la fama y se convirtió en una de las figuras más importantes de la televisión argentina.
El conductor de canal 9 de Buenos Aires le consultó sobre su recordado cruce con Fidel Castro, cuya atención logró captar al hablarle de Maradona. “Hay que aclarar que soy yo porque sino no me van a reconocer. Tenía 24 años y ahora tengo 49 años. Había un poco de inconsciencia”, empezó aclarando el periodista.
Y continúo: “Terminé construyendo una nota de lo que fue buscarlo en distintos lugares. Estuvimos dos días buscándolo para hacer eso. Después me pasó algo tremendo: esa pregunta sobre la revolución circuló por todos lados. Terminé siendo la noticia, o parte de. Eso estuvo bueno, eso me enseñó a estar en el lugar donde estaban las cosas”.
El periodista también contó que a veces no lograba dar con el famoso: “No todos son goles. Este fue mi primer hit, no solo para mi sino para el programa”.
Por otro lado, Andy recordó también la vez que tuvo la oportunidad de darle varios besos a Angelina Jolie. “Cualquiera fue eso, el segundo ya fue injustificado. Hay algo que es raro. Estando ahí tenés que ganarte el lugar, en los Oscars no tenes tu lugar y cuando llegan los periodistas estadounidenses te dicen que te vayan o llaman a seguridad. Yo los convencía diciéndoles que les llamaba a la persona para que sacaran una buena foto. Y cumplía”, explicó el conductor.
Andy también contó cómo hizo para captar la atención de la actriz: “Mi inglés no es perfecto, pero a veces tenes que estar convencido de lo que haces. Si estás convencido, el otro entiende y reacciona. Afuera ninguno me conocía pero cuando estás convencido y con una actitud, con una carta de presentación que muestre que es con humor y un poco de admiración..., es un idioma muy gestual, corporal”.
Por último, el conductor también contó que en ese viaje él, su productor y su camarógrafo habían ido el día antes al teatro donde se hacían los Oscars para investigar la zona, sin saber que ese mismo día era el ensayo de la ceremonia... ¡y se cruzaron muchísimos famosos!
“De repente apareció Susan Sarandon. Terminamos en la puerta del ensayo, los actores iban uno por uno a ensayar. Nosotros no teníamos idea, empezamos a regalarles cosas, fue una locura total. Eso fue increíble, me emociona recordar ese momento porque fue un poco de suerte, fue mágico”, planteó.