La llegada de las redes sociales motivó a muchas personas a compartir sus trabajos, sus productos, su vida, sus rutinas y hasta su tiempo libre.
Como un campo de formación, entretenimiento y discusión las plataformas sociales a veces se convirtieron en espacio de denuncias pero también de bullying y críticas malintencionadas.
Esto sucedió con Morena Rial, fanática de las redes sociales que, en el último tiempo y luego de la separación del padre de su hijo, comparte fotos subidas de tono en sus cuentas de Instagram y Twitter.
Víctima de ofensas y comentarios negativos desde hace tiempo, la hija de Jorge Rial, cansada de la situación decidió realizar un descargo luego de que algunos usuarios la cuestionaran por no compartir fotos de cuerpo entero.
Luciendo un pantalón y una camisa la joven escribió: “Puedo evitar las redes, silenciar los comentarios, pero ¿cómo apago todo eso que ya leí? ¿Cómo se apagan las burlas de esos que detrás de una red social con total impunidad consiguieron que más de una vez concluya mi día sin poder mirarme al espejo?”, comenzó diciendo la madre de Francesco.
“Es un trabajo de un paso a la vez, el de conseguir abrazarse a uno mismo, pero es dar uno adelante y dos atrás cuando al costado del camino existen personas opinando de mí, de aquella que no conocen pero les apareció en insta y de su vecina. Que si la ropa es muy ajustada, que si subí de peso, ¡o si bajé, es porque pude pagarme costosos tratamientos ”, continuó molesta.
Luego agregó: “En su lista de preocupaciones no está el daño que hacen comentando, en sus cosas por opinar no se toman el minuto de pensar cuánto es el costo por estar a gusto con uno mismo. Aprendo a diario el aceptarme, trabajo en el amor por mí, en poder pisar firme luego de esas piedras a la autoestima que (hace años) me toca bancar. Me pido perdón, aunque los demás deberían hacerlo (y no lo espero), me pido perdón por haber creído que soy eso que dicen, me pido perdón por haberme puesto a llorar en cada cuestionamiento que alguien que no me conoce puso en observación, me pido perdón por no haberme defendido, por no haberme protegido”, dijo More cansada de la situación.
Al final y para cerrar su conmovedor descargo dijo: “Aún duele, a veces esa burla hace eco y resuena el resto del día, pero hoy tengo ganas, hoy tengo fuerzas para cada mañana despertar y proponerme ser una mejor versión de mí. Entender que vivir y dejar vivir es cosa de grandeza, es virtud y lo contrario es miseria. Deseo que llegue el momento donde todos estemos lo bastantemente ocupados trabajando en nosotros mismos como para tener de tiempo de opinar sobre los demás. Sean felices, libres, vivan y dejen vivir”.
Este sentida reflexión cosechó para de 350 mil reproducciones y cientos de “likes” junto a mensajes de apoyo, solidaridad y vivencias similares.