La edición 2011 de “Gran hermano” tuvo a varios participantes que saltaron a la fama por su participación en la casa más famosa del aís. Uno fue Cristian U y el otro, Alejandro Iglesias, el joven que hizo visible su lucha como varón trans y que logró su operación de reasignación de sexo. La fama no le ha durado por siempre y hoy no la está pasando nada bien.
El joven dio una entrevista por Instagram Live y confió que no llega “ni a principio de mes”. En Mitre Live, el segmento en redes sociales de Radio Mitre con el periodista Juan Etchegoyen, Alejandro reveló que la situación económica que atraviesa no es nada fácil: “Trato de no ser negativo, pero no se llega a fin de mes ni haciendo changas”.
Él estuvo 98 días en el reality show y al salir del aislamiento se sumó a la militancia de la comunidad LGBT+ y en 2015 comenzó su trabajo en el área de Diversidad Sexual del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, su empleo actual por el que recibe un salario mínimo.
“Las personas trans que somos estatales tenemos sueldos muy bajos porque la mayoría no tenemos formación académica; en mi oficina somos 20 y todos los que tienen títulos están ganando el doble que yo”, reveló y brindó más detalles: “Lo económico está jodido, no te dejan de dar nervios y ataques de hígado cuando no llegás ni a principio de mes, pero tenés que respirar hondo y pensar ‘por lo menos estamos vivos’”.
Alejandro está en pareja con Luz Rodríguez desde hace más de cinco años, se llevan 14 años de diferencia y nada los detiene en su camino de felicidad y sueños de formar una familia. Tienen planes de casamiento sin fecha porque “casarse sale plata, aunque lo hagas con unos pocos amigos igual sale dinero”.
Sobre la paternidad, Iglesias se sinceró: “Queremos tener un hijo, tenemos que programarlo porque hay que anotarse en un plan de fertilidad, no podemos concebir de otra manera”.
El mediático que sufrió que le dijeran que tenía “disforia de género” hoy también es cadete, un oficio en el que encontró una salida provisoria a su mala situación: “Salí varias veces a hacer changas y entrega de paquetería porque tengo un autito, pero en uno de esos repartos choqué el auto y el arreglo me sale más caro que todo lo que gané en un año”.
Y no tardó en aclarar que el dinero recibido era “para el día a día”: “Lo hago para comer hoy y mañana haré otra cosa, y así todos los días; obviamente que uno quiere una realidad diferente, pero a veces la lucha es agotadora”. Y así lo demuestra en sus redes sociales, donde compartió una publicación de venta de perfumes.
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